Al menos siete soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) murieron hoy en el sur de Afganistán víctimas de la explosión de dos bombas camineras, informó en un comunicado la organización militar.
Una de las explosiones causó la muerte de cinco militares, y la otra acabó con las vidas de dos, según la ISAF, que no precisó ni los lugares donde ocurrieron los hechos ni las identidades de los soldados fallecidos.
"La política de la ISAF es dejar los procedimientos de identificación de las víctimas en manos de las autoridades nacionales pertinentes", afirmó la organización.
Según el portal independiente icasualties.org, un total de 61 militares extranjeros han muerto en el mes de agosto de Afganistán, aunque el recuento no incluye a los soldados fallecidos hoy.
La mayoría de las víctimas mortales de la ISAF, misión de la OTAN en el país centroasiático, se registran en un arco que recorre el sur y el este afganos, donde predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los insurgentes talibanes.
