Cinco personas murieron anoche calcinadas en una sucursal bancaria en Alhucemas (norte de Marruecos) que había sido atacada por manifestantes durante las protestas que tuvieron lugar ayer en este país, según informó este lunes el ministro del Interior, Taib Cherkaui.
En una rueda de prensa, Cherkaui agregó que se registraron 128 heridos (de los cuales 115 son miembros de los cuerpos de seguridad) en los disturbios en diferentes ciudades del país, y dijo que 120 personas han sido detenidas por su responsabilidad en los actos.
El ministro dijo que los "vándalos", muchos de ellos menores de edad, causaron destrozos en los ciudades de Tánger, Tetuán, Larache y Alhucemas (norte), Sefru (centro), Marraquech y Guelmim (sur). En total, fueron incendiados o atacados 33 edificios públicos, 24 sucursales bancarias, 50 comercios y 66 vehículos, según los datos proporcionados por Interior.
CASI 40.000 MANIFESTANTES
El Gobierno cifró en 37.000 el total de participantes en lo que los convocantes denominaron como Día de la Dignidad, una serie de protestas por todo el país organizadas por un grupo de jóvenes a través de la red social Facebook en las que se reclamó una "constitución democrática" y una lucha eficaz contra la corrupción.
Pese a los disturbios, Cherkaui subrayó que las manifestaciones se desarrollaron "en un clima pacífico lleno de serenidad y disciplina", que atribuyó al "clima de libertad, a la práctica democrática sana y al derecho a la libertad de expresión" en Marruecos.
Para hacer frente a los actos vandálicos, el Gobierno ordenó la intervención de agentes de la Policía, la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares, señaló Cherkaui, quien apuntó que los menores de edad arrestados han sido devueltos a sus tutores y que el resto de detenidos serán puestos a disposición judicial.