El expresidente egipcio Hosni Mubarak regresó este lunes a la cárcel cairota de Tora para cumplir su condena a cadena perpetua, al determinar las autoridades que su salud ha mejorado tras permanecer un mes ingresado en un hospital militar.
En una ambulancia y rodeado de un amplio dispositivo policial, Mubarak fue trasladado a la citada cárcel, donde permaneció durante 17 días en junio en compañía de otros miembros de reclusos de su régimen que ahora cumplen condena, entre ellos sus dos hijos, Alaa y Gamal, y el exministro del Interior Habib al Adli.
La orden de encarcelar de nuevo a Mubarak fue adoptada por el fiscal general de Egipto, Abdelmeguid Mahmud, quien consideró que el actual estado de salud del expresidente permite su ingreso en prisión. Según informó la oficina del fiscal a Efe, una comisión médica formada el pasado 4 de julio para examinar el estado de Mubarak y estudiar el posible traslado a la prisión determinó que su salud es estable.
Tras analizar el expediente médico de Mubarak, la comisión decidió por unanimidad que el expresidente, de 84 años, se encuentra en buena condición, en comparación con otras personas de su edad.
Por ese motivo resolvió que no existe justificación para que Mubarak permanezca en el hospital militar de Maadi o en cualquier otro centro sanitario fuera de la cárcel. El expresidente egipcio ingresó en ese centro médico el pasado 19 de junio tras sufrir una trombosis cerebral, seguida de un ataque cardiaco.
En esa fecha circularon informaciones contradictorias sobre su estado de salud, y algunas apuntaron a que Mubarak había entrado en muerte clínica. Al día siguiente rectificaron y las autoridades afirmaron que había mejorado, y desde entonces los rumores dieron paso al silencio y los detalles sobre la salud del expresidente han salido con cuentagotas.
El Hospital de la Fuerzas Armadas de Maadi ha sido la última parada de una legión de ilustres personalidades egipcias, entre ellas los expresidentes Anuar el Sadat y Mohamed Naguib, la cantante Un Kulzum y el cineasta Yusef Shahin.
Tras la orden del fiscal, el Ministerio Público pidió al Ministerio del Interior y a la administración penitenciaria que se adoptaran los pasos necesarios para el regreso de Mubarak a la cárcel, así como para garantizar el seguimiento y la atención médica que necesite.
El expresidente egipcio ingresó el pasado 2 de junio en Tora, después de ser condenado ese día a cadena perpetua por su complicidad en la muerte de manifestantes durante las revueltas que llevaron a su renuncia, en febrero de 2011.
Desde su llegada a la prisión, la salud de Mubarak comenzó a deteriorarse, y durante sus 17 días en Tora tuvo que ser atendido de emergencia en varias ocasiones por recaídas. La salud de Mubarak ha sido continua noticia en Egipto desde la revolución del 25 de enero de 2011, y en varias ocasiones se ha especulado con que el exmandatario estaba al borde la muerte.
En abril de 2011, Mubarak fue hospitalizado en un centro médico de Sharm el Sheij (en la península del Sinaí), después de sufrir un ataque cardíaco el mismo día que fue interrogado y detenido. Con el comienzo de su juicio, el pasado 3 de agosto, Mubarak fue trasladado del hospital de Sharm el Sheij al Centro Médico Internacional de El Cairo.
En este centro permaneció durante todo el proceso judicial, hasta que su condena le llevó a Tora, donde, paradojas de la vida, estuvieron antes encarcelados numerosos de sus opositores.