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Miles de personas han vuelto a salir a la calle este lunes en las principales ciudades de Francia para protestar contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, promulgada el 15 de abril, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores.

Los sindicatos han convocado más de 300 protestas y manifestaciones en todo el país a pesar de que la reforma --que atrasa hasta los 64 años la edad de jubilación-- ya ha sido aprobada. En total, estiman que más de 1,5 millones de personas podrían sumarse a las marchas.

El Gobierno, que da el asunto por zanjado, sigue enfrentándose a la postura de trabajadores y sindicatos, que insisten en seguir protestando para evitar que entre en vigor la medida, trámite previsto para el 1 de septiembre.

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Las protestas se han venido sucediendo a lo largo del fin de semana y han provocado incluso interrupciones y cortes en el tráfico aéreo del país, con cerca del 30 por ciento de vuelos cancelados.

Se estima que solo en París, la capital, han salido a la calle más de 100.000 personas, por lo que la Policía ha procedido a desplegar más de 5.000 agentes de la Policía Antidisturbios.

Los manifestantes, que ya han protagonizado algunos enfrentamientos con los agentes, han lanzado pintura contra la fachada del hotel Ritz y del Ministerio de Justicia en la plaza Vendome del centro de la ciudad. La acción, reivindicada por los activistas del grupo Ultima Renovación, tiene como objetivo protestar "contra los ricos y en solidaridad con los trabajadores", según han explicado.

USO DE DRONES DURANTE LAS PROTESTAS

Este mismo lunes, el tribunal administrativo de París ha validado el uso de drones para supervisar la manifestación y a pesar de que varias organizaciones en defensa de las libertades han solicitado la suspensión del uso de drones por parte de la Policía por considerar que "podría atentar contra las libertades fundamentales", según informaciones del diario 'Le Parisien'.

En otras ciudades, como El Havre, la Justicia ha limitad su uso y lo ha acotado a franjas horarias determinadas. Así, solo podrán ser utilizados entre las 9.00 y las 14.00 (hora local), y no de 9.00 a 18.00, como estaba previsto previamente.

El Gobierno galo ha señalado que tiene previsto invitar a los sindicatos a sentarse en la mesa y dialogar "durante los próximos días" en un intento por rebajar la tensión. El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, ha indicado que "hay que escuchar los mensajes que se lanzan" y ha abogado por dialogar.

En este sentido, ha asegurado que la Policía "no se involucra en provocaciones durante las marchas" y ha asegurado que el problema no son los agentes sino "la posibilidad de violencia". "El problema no es la Policía, son los violentos. No los confundo con los manifestantes", ha aclarado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión BFMTV.

Desde los sindicatos, sin embargo, han alertado de que "no habrá movimiento alguno hasta que la reforma sea retirada". "Este 1 de mayo es un punto de inflexión, tenemos que estar ahí. Sirve para poner nuestras aspiraciones en la agenda política: mejora de los salarios, igualdad entre hombres y mujeres y una mejora de las condiciones laborales", han puntualizado.