Las autoridades de EE.UU. implantaron hoy nuevas medidas de seguridad en el metro de la capital estadounidense para evitar ataques terroristas y la policía comenzó a realizar inspecciones aleatorias en bolsos y maletas de mano de los usuarios.
La medida, que estaba en estudio desde 2008, fue adoptada de manera definitiva la pasada semana y, aunque las autoridades aseguran que el procedimiento sólo durará unos minutos, ha provocado ya reacciones en contra.
La seguridad es una de las prioridades del Gobierno estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre de 2011 y evitar un ataque terrorista su principal objetivo.
Quien se niegue a que sus pertenencias sean revisadas no podrá entrar a la estación de metro con el bolso o maleta y tendrá que abandonar las instalaciones.
Según explicaron las autoridades del metro, se utilizará "tecnología de ionización" y perros policía para detectar sustancias que podrían utilizarse para cometer un atentado.
En un comunicado indicaron que por lo general no se abrirá el bolso de mano y sólo se realizará una inspección física si el aparato de iones indica la necesidad de una nueva inspección.
En esta operación participarán un equipo de 20 miembros del equipo antiterrorista de la policía, equipos de perros especializados, miembros del grupo de explosivos y funcionarios de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).
El programa que empieza hoy es una copia de otros planes similares que se han llevado a cabo "con éxito" en los sistemas de transporte público en Nueva York y Boston, indicaron las autoridades.
Organizaciones como DC Bill of Rights Coalition y Mongomery County Civil Rights Cialition han iniciado una campaña en internet en contra de las inspecciones.