May quiere un período de transición de dos años tras el brexit

  • Sostiene que su país seguirá contribuyendo al Presupuesto de la Unión Europea (UE) hasta 2020
  • "La gente y las empresas se beneficiarían de un período de ajuste a los nuevos acuerdos"
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May |Telemadrid

La primera ministra británica, Theresa May, pidió hoy en la localidad italiana de Florencia a la Unión Europea (UE) para su país un acuerdo hecho a medida y que permita al Reino Unido gozar de dos años de transición para que los ciudadanos "se adapten a la nueva etapa".

A solo tres días antes de que se retomen las conversaciones sobre las condiciones del "brexit", previstas inicialmente para el pasado día 18 y retrasadas hasta el 25 de septiembre, May pronunció un discurso en Florencia, cuna del Renacimiento, como gesto para impulsar las negociaciones entre Bruselas y Londres de cara a la salida del Reino Unido de la UE.

En su discurso destacó que el Reino Unido y el resto de países comunitarios han mantenido hasta ahora una sólida relación y eso coloca a los británicos en una posición diferente de negociación que a otros Estados que no pertenecen a la UE, como Canadá o Noruega. Negociar un pacto en materia económica como por ejemplo el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Canadá, conocido como CETA, "partiría de la premisa falsa de que no ha habido una regulación previa entre nosotros", indicó.

"Nosotros no empezamos con una hoja en blanco, como otros socios externos", señaló May, quien tampoco dijo querer una relación como la que tiene Noruega con la UE a través del Espacio Económico Europeo (EEE) y que obligaría a Londres a incorporar automáticamente futuras normas aprobadas por los Veintisiete sin poder influir en ellas.

Por eso, May pidió negociar un acuerdo fundado en los intereses tanto del Reino Unido como de la UE.

Manifestó que su país seguirá contribuyendo al Presupuesto de la UE hasta 2020 y solicitó un período de dos años de transición, tras abandonarla en marzo de 2019. Así, argumentó, hasta 2021 "la gente y las empresas se beneficiarían de un período de ajuste a los nuevos acuerdos".

En cuanto a la cantidad que el Reino Unido tendrá que pagar a las arcas comunitarias en aplicación de los compromisos ya adquiridos y por aportación a políticas decididas con el acuerdo británico, May aseguró que "algunas exigencias son exageradas", sin citar cifras. Y criticó que "en este momento las negociaciones estén centradas en la cantidad que abonará el Reino Unido a la UE". "Necesitamos movernos y comenzar a hablar de la relación que tendremos en el futuro", opinó.

En esta línea, pidió a los líderes europeos que sean "imaginativos y creativos" y aseguró que la propia UE se enfrenta a un "tiempo excitante", con el comienzo de "un nuevo capítulo" en su historia.

En materia económica, apoyó encontrar "soluciones creativas para una nueva relación económica que genere prosperidad para todos los ciudadanos" de Europa.

También habló de una "cooperación fuerte y sólida" en otros desafíos, como la gestión de "los intensos flujos migratorios o la lucha contra el terrorismo", el cambio climático, la defensa del libre comercio o la amenaza de "la proliferación de armamento nuclear por parte de Corea del Norte y su utilización".

Reconoció que "hay preocupación por si los derechos de los ciudadanos británicos y europeos serán distintos" y afirmó que quiere "incorporar el acuerdo directamente a la legislación británica y que los tribunales británicos se ajusten a él". "En caso de incertidumbre sobre la legislación comunitaria", su intención es que "los tribunales del Reino Unido tengan en cuenta las sentencias de los tribunales de justicia europeos, con el fin de garantizar una interpretación coherente".

Garantizó que los ciudadanos extranjeros gozarán de las mismas condiciones que ahora, "podrán salir, entrar y trabajar", aunque habrá más control en las fronteras y "un sistema de registro".

"Sabemos que no podemos abandonar la UE y seguir igual. La vida para nosotros será diferente", reconoció. "Pero lo que queremos, y esperamos que también nuestros socios europeos, es seguir siendo socios que trabajen juntos en beneficio mutuo. Queremos trabajar mano a mano con la UE, en lugar de como parte de la UE", añadió.

"Puede que estemos abandonando la UE, pero no estamos dejando Europa", concluyó

LA UE CELEBRA EL ESPÍRITU CONSTRUCTIVO DEL DISCURSO DE MAY, PERO NO ABRIRA NEGOCIACIONES SOBRE LA FUTURA RELACION HASTA NO VER PROGRESOS SUFICIENTES EB EL BREXIT

La Unión Europea celebró hoy el "espíritu constructivo" en el discurso sobre el "brexit" pronunciado en Florencia (Italia) por la primera ministra británica, Theresa May, pero insistió en que la UE no abrirá negociaciones sobre la futura relación hasta no ver "progresos suficientes" en la salida.

"May ha expresado un espíritu constructivo que es también el espíritu de la UE en esta negociación única", escribió en un comunicado el negociador jefe de la UE para el "brexit", Michel Barnier, quien celebró también que "el discurso muestra un deseo de avanzar".

Barnier replicó que la "ambición" de la UE es "lograr un rápido acuerdo en las condiciones para una salida ordenada del Reino Unido, así como para una posible transición".

Las tres prioridades de la Unión Europea en la negociación, sobre las que insistió Barnier en su comunicado, pasan por acordar la situación de los europeos residentes en el Reino Unido y los británicos en el resto de la UE, las relación fronteriza entre Irlanda e Irlanda del Norte y la factura del "divorcio" entre Londres y Bruselas.

Más allá de esos tres ejes ya conocidos, Barnier subrayó que "por primera vez" el Gobierno de Londres ha pedido "continuar beneficiándose del acceso al mercado único en los términos actuales", así como de la "actual cooperación en seguridad" durante los dos años siguientes a la salida de la UE, fijada en marzo de 2019. "Si la UE así lo desea, esta nueva petición puede tenerse en cuenta por la UE y examinarse a la luz de las directrices fijadas por el Consejo Europeo" sobre la negociación, añadió Barnier.

Ese documento comunitario abre la puerta a un período transitorio, siempre que durante el mismo se respeten las "existentes estructuras e instrumentos" en materia reguladora, presupuestaria, supervisora o judicial.

"Cuanto antes lleguemos a un acuerdo en los principios para una salida ordenada en las diferentes áreas -y en las condiciones de un posible período de transición solicitado por el Reino Unido- antes estaremos preparados para iniciar una conversación constructiva sobre nuestra futura relación", agregó Barnier.

Por su parte, el líder del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, se mostró más crítico ante el discurso de la conservadora británica porque "no aporta más claridad a las posiciones de Londres"."Estoy incluso más preocupado ahora" que antes del discurso, agregó Weber, quien añadió que "el reloj avanza y el tiempo corre más deprisa de lo que cree el Gobierno de Londres".

Por su parte, el líder del grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D), Gianni Pittella, sí celebró "un tono más positivo" de May, pero pidió más concreción a la líder británica. Por ejemplo, en cuanto a la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, un escollo para el que, según Pittella, no basta con pedir "creatividad", como hizo May en Florencia.