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Los 1.250 inmigrantes desalojados ayer del monte Gurugú, en las cercanías de Melilla, son trasladados en varios convoyes de autobuses a distintas ciudades de Marruecos con destino final desconocido, según informaron fuentes de la ONG Gadem.

La organización de defensa de los inmigrantes indicó que los indocumentados (entre ellos enfermos, mujeres y niños) están siendo víctimas de expulsiones colectivas prohibidas por la legislación internacional. La información fue confirmada también por la sección local (de Nador y Uxda) de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, que denunció las condiciones "inhumanas" en que se produjo el desalojo del Gurugú.

Ninguna fuente oficial se ha referido a estos hechos, aunque ya en la tarde del lunes el número dos del ministerio del Interior, Charki Drais, anunció el inminente desalojo de los campamentos ilegales en torno a Ceuta y Melilla, donde miles de subsaharianos (y también sirios) esperan el momento para saltar las vallas fronterizas que rodean a las dos ciudades españolas.

El campamento del Gurugú ha sido totalmente desmantelado y las tiendas y restos abandonados por los inmigrantes quemadas, pero hasta el momento no se ha producido una operación militar en otros campamentos de Nador (ciudad vecina a Melilla) ni en los que circundan la ciudad de Ceuta.

La AMDH ha publicado un comunicado denunciando las "condiciones inhumanas" en que se produjo el desalojo y confinamiento provisional en un centro de veraneo situado 24 kilómetros al este de Nador, y recogió testimonios de inmigrantes que explicaron haber siido perseguidos "con violencia por parte de las fuerzas auxiliares".

La AMDH ha podido contabilizar entre los detenidos al menos a 36 menores, dos mujeres y once personas con lesiones que fueron atendidos en el hospital Hasani de Nador.

Por su parte, un representante de Gadem denunció que estas expulsiones colectivas son contrarias a la legalidad internacional, máxime cuando entre los expulsados hay personas en situación vulnerable y otros con un proceso de regularización abierto y en instancia de recurso.

La fuente dijo que los inmigrantes introducidos en los convoyes de autobuses fueron provistos de un par de zapatillas y ropa deportiva, después de que las autoridades tomaran todos sus datos.

Gadem teme que estos traslados colectivos sean el preludio de deportaciones masivas a los países de origen, en vuelos no regulares, también en violación a la legalidad internacional. A este respecto, denunció la pasividad de las embajadas de los países africanos, que aparentemente estaban al corriente de lo que iba a suceder tras haber sido convocados los embajadores la semana pasada en el ministerio del Interior.

En 2005 Marruecos procedió a una operación similar de repatriación de inmigrantes a varios países subsaharianos que supuso el traslado de más de 3.300 personas. Durante el pasado 2014 el gobierno marroquí procedió a una operación de regularización excepcional de inmigrantes que permitió obtener documentos a 17.196 personas, de los 27.332 que lo habían solicitado.

Al presentar el lunes el balance de la operación, el ministerio del Interior puso también énfasis en la lucha contra lo que llamó "trata de personas" y anunció el desmantelamiento de los campamentos de inmigrantes en torno a Ceuta y Melilla, asumiendo que en ellos viven aquellos que no mostraron interés en regularizarse.