Agentes de la Policía yemení se han enfrentado con manifestantes antigubernamentales para intentar impedir que se aproximen al palacio presidencial en Saná, según han informado testigos.
Al menos cuatro personas han resultados heridas en los choques con las fuerzas de seguridad, que han utilizado bastones para disolver las protestas y han recibido pedradas de los manifestantes.
Antes de los enfrentamientos, los opositores habían aceptado conversar con el presidente yemení, Alí Abdulá Salé, que espera impedir una revuelta similar a la que ha conseguido en Egipto la renuncia del presidente Hosni Mubarak.
"El pueblo yemení quiere la caída del régimen", han gritado los manifestantes en una concentración que ha reunido a cerca de un millar de personas, antes de decenas de ellas se dirigieran al palacio presidencial. "Una revolución yemení después de la revolución egipcia", han proclamado.
Fuentes opositoras han asegurado que al menos diez manifestantes han sido arrestados en al capital del país y han sido llevados la pasado noche a custodia por la Policía en la ciudad de Taiz, en donde las fuerzas de seguridad disolvieron ayer una manifestación.
El presidente Salé, que lleva en el poder más de tres décadas y está preocupado por la agitación social en algunos países árabes, ya ha anunciado que no se presentará a la reelección cuando acabe su mandato en 2013 y ha invitado al diálogo a las fuerzas opositoras.
"La oposición no rechaza la invitación del presidente y está lista para firmar un acuerdo antes de una semana", ha explicado el ex ministro de Asuntos Exteriores yemení, ahora opositor, antes de subrayar que las conversaciones deberían incluir a observadores de países occidentales y árabes.
"La experiencia pasada nos ha llevado a reclamar que representantes de los 'Amigos de Yemen' sean observadores", ha dicho, en referencia a las naciones donantes del país africano.
La inestabilidad en Yemen podría suponer un serio problema político y de seguridad en la zona. Estados Unidos confía plenamente en el país africano por la lucha contra la rama yemení de Al Qaeda, que también ataca a la vecina Arabia Saudí.