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La República Centroafricana (RC) empezó hoy tres días de luto oficial por la muerte de al menos 400 personas -según datos de la Cruz Roja- por la violencia entre milicias desatada el pasado jueves en la capital, Bangui.

El presidente del Gobierno de transición, Michel Djotodia, decretó el duelo nacional a última hora del sábado en un mensaje radiofónico dirigido a la nación.

"Para honrar la memoria de nuestros compatriotas que perdieron la vida en estos trágicos acontecimientos, se observará un luto de tres días a partir del 8 de diciembre", afirmó Djotodia, pese a que la violencia continúa en varias zonas del país.

Los tres días de duelo también se observarán en memoria del expresidente sudafricano Nelson Mandela, fallecido el pasado jueves a los 95 años.

Con todo, los incidentes violentos no han cesado en los barrios de Bangui, donde la Cruz Roja ha cifrado en al menos 400 las personas que han perdido la vida en los últimos días.

"Realmente vivimos en un estado de luto. No hay trabajo, el tráfico no circula y todo el mundo se siente en peligro", dijo a Efe Thorez Sebiro, residente de la localidad de Begoua, cerca de Bangui, que lleva refugiado en un centro religioso desde el jueves.

En las principales arterias de la capital, se percibe la presencia de militares francesas que llevan a cabo patrullas.

Dos cazas y un helicóptero de combate hicieron hoy vuelos de reconocimiento en Bangui.

VIOLENCIA EN LA CAPITAL

Sin embargo, la violencia sectaria continúa en la capital centroafricana.

"La violencia prosigue y es difícil saber la cifra (de muertos)", indicó a Efe un funcionario de la Cruz Roja centroafricana.

Por otro lado, el ministro centroafricano del Interior, Joshua Binoua, fue destituido hoy por decreto, acusado de intentar poner en peligro la integridad del territorio nacional.

Binoua se ha refugiado en la base militar de la Fuerza Internacional Africana (FOMAC), tras hallarse armas y municiones en su domicilio.

En las últimas semanas, se han registrado choques entre partidarios del grupo Séléka, que el pasado marzo dio un golpe de Estado que derrocó al presidente centroafricano, François Bozizé, y sus partidarios, agrupados en las milicias de autodefensa "Anti-Balaka" ("antimachete" en sango, la lengua nacional).

Los enfrentamientos se intensificaron el pasado jueves tras los ataques de los "Anti-Balaka" horas antes de que la ONU autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para proteger a la población civil y restablecer el orden en ese país.

Los "Anti-Balaka" (cristianos) han atacado a civiles musulmanes, confesión de los miembros de Séléka pero minoritaria en el país, lo que ha provocado represalias.

La crisis de la República Centroafricana comenzó el pasado 24 de marzo, cuando Bangui fue tomada por los rebeldes de Séléka, que asumieron el poder en el país tras la huida de Bozizé al exilio y se formó un nuevo gobierno encabezado por Michel Djotodia.