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El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) concluyeron su asamblea conjunta anual con un llamamiento "urgente" a EE.UU. para que ponga fin a la incertidumbre fiscal y preocupación por el futuro de los emergentes.

"Estados Unidos necesita actuar de forma urgente para hacer frente a las incertidumbres fiscales a corto plazo", indicó hoy en un comunicado el Comité Financiero y Monetario Internacional (IMFC), principal órgano ejecutivo del FMI.

El cierre parcial de los servicios del Gobierno de EE.UU. y, sobre todo, la falta de un acuerdo para aumentar el tope de la deuda federal de 16,7 billones de dólares que se alcanzará la próxima semana, han sido dos de los temas dominantes de la asamblea conjunta del FMI y el Banco Mundial que se celebró esta semana en Washington.

En ese sentido, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, alertó hoy que estamos a cinco días de un "momento muy peligroso" para el mundo e instó a EEUU a actuar y aumentar el techo de la deuda para evitar una suspensión de pagos en el país.

"UN EVENTO DESASTROSO"

"Cuanto más nos acerquemos a la fecha límite, mayor será el impacto en los países en desarrollo", alertó Kim.

"Podría ser un evento desastroso para el mundo en desarrollo y eso a su vez dañaría gravemente también las economías avanzadas", afirmó Kim en referencia a una potencial moratoria en EEUU.

"Urjo a los legisladores de EEUU a evitar esta potencial crisis", destacó.

Los senadores republicanos bloquearon hoy una propuesta demócrata para extender el límite de la deuda hasta después de las elecciones legislativas que tendrán lugar en noviembre de 2014, mientras que la Casa Blanca se niega a aceptar la opción republicana de elevar el techo de deuda durante solo seis semanas.

La situación provocó todo tipo de comentarios este sábado en la reunión de titulares de Economía y Finanzas de todo el mundo en la capital estadounidense.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se refirió a una hipotética suspensión de pagos en EE.UU. como "impensable" y el ministro de Economía español, Luis de Guindos, aseguró que lo último que necesita la economía mundial es ese tipo de incertidumbre.

"La economía mundial lo menos que necesita en estos momentos es un elemento adicional de incertidumbre como el que podría provenir de la primera economía mundial, que es EE.UU.", afirmó De Guindos en una rueda de prensa.

El propio secretario del Tesoro de EE.UU., Jack Lew, reconoció la gravedad del problema al indicar que su país es el "ancla del sistema financiero mundial" y el lugar al que acuden los inversores cuando aumenta el riesgo global e insistió en que no se puede poner en juego esa reputación "que tanto le ha costado ganar" a la nación.

"EE.UU. es el ancla del sistema financiero internacional", afirmó Lew en su mensaje ante el IMFC.

"Con los mercados financieros más líquidos, cuando aumenta el riesgo, los inversores acuden a EE.UU. en búsqueda de seguridad y activos de calidad", afirmó Lew.

Preocupante también, según el FMI, es el futuro de los países emergentes, que crecerán este año un 4,5%, medio punto menos de lo anticipado en julio. En 2014 el crecimiento será del 5,1%, cuatro décimas menos de lo previsto.

Ese menor crecimiento coincide, además, con una creciente volatilidad en sus mercados de capitales ante el esperado cambio de rumbo en la política monetaria de EE.UU.

"La reciente volatilidad en los flujos de capital y los mercados financieros ha creado nuevos desafíos en algunos países", afirmó el Comité Financiero y Monetario Internacional en su comunicado final.

Con ese escenario como telón de fondo, el FMI lanzó hoy un mensaje a los bancos centrales de las economías avanzadas para que intenten limitar los daños colaterales de un progresivo endurecimiento monetario.

El comité del FMI dijo reconocer la necesidad de un cambio en las políticas monetarias de los países avanzados dada la mejoría en sus fundamentos económicos pero pidió que esa transición se calibre "con cuidado" y se comunique "con claridad".

La atención está especialmente centrada en EE.UU., que mantiene sus tasas de interés en niveles próximos a cero desde el 2008 y ha estado inyectando liquidez en el sistema a un ritmo de 85.000 millones de dólares durante el último año mediante la compra de bonos del Tesoro.

La directora general del FMI, Christine Lagarde, aseguró que el organismo está listo para "desplegar sus recursos cuando se los soliciten con el fin de apoyar a sus miembros".

El FMI también solicitó, durante el cierre de la asamblea, avances en el proceso de reforma de la institución para dar mayor voz a los países emergentes.

El consejo ejecutivo del FMI aprobó hace tres años esa reforma, que reduciría el peso de Europa en la institución, pero la falta de aprobación de EE.UU., el principal accionista del Fondo ha impedido que los cambios se materialicen.

"Los mercados emergentes han cumplido con su parte del acuerdo. Es hora de que EEUU y Europa cumplan la suya", afirmó hoy el responsable del banco central brasileño, Alexandre Tombini.