El centro de Atenas ha sido escenario hoy por segunda noche consecutiva de incidentes en una nueva manifestación de repudio por el suicidio de un jubilado, el miércoles, agobiado por los problemas económicos.
Varios centenares de personas se manifestaron hoy en la plaza Sintagma de Atenas en memoria del farmacéutico jubilado Dimitris Jristulas, que el miércoles se pegó un tiro en la cabeza en el mismo lugar que es un símbolo de las protestas contra las medidas de austeridad del Gobierno griego.
Los manifestantes, menos numerosos que el miércoles, empezaron a acudir a la plaza situada frente al Parlamento griego poco después de las seis de la tarde hora local y poco después cortaron el tráfico de la avenida Amalías, frente a la sede de la Cámara.
Un importante contingente de policías antidisturbios ha impedido el acceso al Parlamento, mientras la estación de Metro de Sintagma permaneció cerrada al público desde mediada la tarde.
A primeras horas de la noche los agentes que custodiaban los alrededores del Parlamento comenzaron a desalojar a los manifestantes empleando gases lacrimógenos, a lo que un grupos de ellos reaccionó lanzando piedras.
Según denunciaron a Efe los periodistas que cubrieron las protestas, las policía agredió a los equipos de televisión y a los fotógrafos presentes y causaron heridas leves al presidente de la Asociación de Fotoperiodistas de Grecia, Marios Lolos.
Por su parte, la hija del farmacéutico jubilado, Emmi Jristula, señaló en una carta que mandó a los medios griegos que el suicidio de su padre ha sido un acto político.
"La nota manuscrita de mi padre no deja margen para ideas erróneas. Durante toda su vida ha sido un militante de la izquierda, un visionario desinteresado".
"El acto de su suicidio es un acto político consciente, coherente con lo que creyó e hizo durante toda su vida", añadió Emmi Jristula.