Ucrania continuó las operaciones militares contra las milicias separatistas prorrusas en el este del país, pese a la incertidumbre generada por la dimisión del Gobierno del primer ministro Arseni Yatseniuk, quien pidió más recursos para derrotar a los rebeldes.
Las ciudades de Lugansk y Donetsk, que juntas sumaban cerca de 1,4 millones de habitantes antes del estallido del conflicto, son los principales objetivos de las fuerzas gubernamentales, que poco a poco estrechan el cerco en torno a los dos reductos separatistas.
Según informó hoy el mando militar de los prorrusos en Lugansk, al menos quince civiles murieron y cerca de sesenta resultaron heridos por fuego de mortero ucraniano en un ataque el viernes contra la estación de autobuses de la ciudad.
"El enemigo empleó morteros de 82 milímetros", dijo a la agencia rusa Interfax un portavoz de las milicias, quien agregó que posiblemente el objetivo de la artillería ucraniana eran las posiciones del batallón "Vostok" (Este), emplazado en la zona de la estación.
La intensidad de los combates obligó hoy a suspender la comunicación ferroviaria con Lugansk y a modificar la ruta de los trenes entre Donetsk, capital de la autoproclamada república popular homónima, y Mariúpol, ciudad controlada por las fuerzas gubernamentales.
De acuerdo con datos de los separatistas, las tropas ucranianas atacaron hoy Debaltsevo, ciudad situada en un estratégico cruce de carreteras e importante nudo ferroviario, a medio camino entre Donetsk y Lugansk.
"Están avanzando desde Svetlodarsk (noroeste). Atacan con blindados y apoyo de artillería", dijo a Interfax una fuente del estado mayor de las milicias de Donetsk.
Agregó que las tropas ucranianas aniquilaron dos puestos fortificados de las milicias.
"Destruyeron un tanque y cinco transportes blindados. En uno de los puestos fortificados hay un muerto. Del otro puesto no tenemos información", precisó.
Por su parte, el portavoz del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional (CDSN) de Ucrania, coronel Andréi Lisenko, informó hoy de que las fuerzas gubernamentales se encuentran a las afueras de Górlovka, ciudad situada a sólo 20 kilómetros al noroeste de Donetsk.
"En esta semana hemos liberado de terroristas diez ciudades. Ya estamos en las afueras de Górlovka. La próxima es Donetsk", dijo el militar.
Insistió en que las fuerzas gubernamentales no emplean lanzaderas de misiles ni aviación contra los barrios residenciales de las ciudades.
"No vamos a bombardear Donetsk. Allí actuarán únicamente tropas de tierra que liberarán la ciudad calle por calle, manzana por manzana", subrayó Lisenko.
Según el portavoz del CDSN, en la ciudad de Lisichansk, que el viernes pasó bajo el control del Gobierno, los militares ucranianos se incautaron de una gran cantidad de armamento, incluidos misiles antiaéreos "Strelá-10, morteros, cañones y fusiles con mirilla telescópica de última generación fabricados en Rusia.
"Por las declaraciones de los terroristas prisioneros, el espíritu de combate ha decaído considerablemente y muchos son presa del pánico", dijo Lisenko.
Ucrania ha declarado que continuará su ofensiva contra los separatistas prorrusos a pesar de la dimisión de Yatseniuk y de las dificultades para financiar la campaña militar.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha manifestado su respaldo al dimisionario primer ministro e incluso ha pedido a la Rada Suprema (Parlamento) que apruebe un voto de confianza al Gobierno.
La mayoría de los comentaristas considera muy probable que tras la reunión extraordinaria de la Rada convocada para el próximo día 31 con motivo de la dimisión del jefe del Gobierno y, por tanto del Gabinete en pleno, Yatseniuk no sólo permanezca en el cargo de primer ministro, sino que vea fortalecidas sus posiciones.
Yatseniuk anunció su renuncia el jueves pasado, después de que se rompiera la coalición de Gobierno cuando los diputados se negaron a apoyar una reforma tributaria imprescindible en su opinión para financiar la campaña militar contra los separatistas.