El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, inauguró hoy el Consejo de Paz para dialogar con el movimiento talibán y otros grupos insurgentes y convencerles de que abandonen la violencia.
Karzai inauguró el consejo durante un discurso en el Palacio Presidencial acompañado de los 68 miembros que lo componen. "En cada provincia, en cada distrito, en cada casa, los afganos quieren la paz", aseveró el mandatario. "Quiero que este consejo trabaje muy duro para traer la paz", añadió el presidente afgano.
Uno de los miembros más destacados del Consejo es el presidente del Senado, Sebhatulá Mujadidi, antiguo líder muyahidín y primer presidente de Afganistán tras la caída del régimen comunista en 1992. También lo integran personalidades ligadas en el pasado al movimiento talibán liderado por el mulá Omar, como Abdul Hakim Mujahid, ex representante del régimen talibán (1996-2001) ante la ONU, o Arsalan Rahmani, antiguo viceministro de Educación (o Asuntos Islámicos) de los integristas.
Karzai logró en la reciente Conferencia de Kabul el apoyo internacional a su "plan de reconciliación", que prevé gastar 784 millones de dólares de ayuda extranjera para "reintegrar" a 36.000 insurgentes.
Durante los últimos meses, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha levantado las sanciones que pesaban sobre cinco ex dirigentes talibanes -uno de ellos Abdul Hakim Mujahid- y las autoridades afganas han liberado a varios presos.
El diario británico "The Guardian" informó de que los Gobiernos de Washington y Kabul han mantenido en los últimos meses contactos con uno de los grupos insurgentes afganos más radicales, la conocida como "red Haqqani", ligada a los talibanes.
LOS TALIBANES DICEN QUE CONTROLAN MÁS DEL 75 POR CIENTO DE AFGANISTÁN
Los talibanes aseguraron este jueves, en el noveno aniversario del inicio de la invasión estadounidense en Afganistán, que controlan más del 75 por ciento del territorio y "todas las carreteras", y pidieron la retirada de las tropas extranjeras. "Nueve años después del anuncio, la fortaleza de la yihad (guerra santa) y la resistencia contra la invasión norteamericana y de sus aliados es tan fuerte como siempre", afirmó el movimiento insurgente en un comunicado difundido hoy.
Con motivo de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado mes de septiembre, el Gobierno afgano aseguró que sus tropas no están presentes tan sólo en nueve de los en torno a 400 distritos afganos, aunque también reconoció que la actividad insurgente ha aumentado.
En su balance sobre la situación en Afganistán, los talibanes consideraron que el Gobierno de EEUU "está decepcionado con los resultados de la guerra en Afganistán", y recordaron que 2010 está siendo el año más sangriento para la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN. "Han surgido diferencias internas en la Casa Blanca" acerca de los "pobres resultados" que las tropas de la OTAN están obteniendo, dijeron los insurgentes, que recordaron que algunos países han puesto fin a su misión y han retirado sus tropas.
Los talibanes aseguraron que controlan más del 75 por ciento del territorio y "todas las carreteras" del país, que tienen más experiencia militar y que están en condiciones de "atacar todas las bases militares de los estadounidenses". "Sólo los gobernantes confundidos de la Casa Blanca, debido a su arrogancia y tozudez, están empeñados en continuar con la ocupación de Afganistán", afirmaron los insurgentes.
En la nota, los insurgentes no mencionan los posibles contactos con el Gobierno afgano con vistas a una negociación de paz, pese a las informaciones aparecidas en los últimos días sobre conversaciones secretas.