Las fuerzas policiales cargaron este miércoles con gases lacrimógenos y porras contra los miles de manifestantes procedentes de las regiones pobres del interior de Túnez que demandan desde hace días la salida de todos los ministros del anterior régimen del Gobierno de transición. La justicia tunecina ha dictado una orden de detención internacional contra el presidente depuesto del país, Zine el Abidine Ben Alí, y su esposa, Leila Trabelsi, sehun anunció el ministro de Justicia, Lazar Karui Chebi.
En una conferencia de prensa transmitida por los medios estatales, el ministro indicó que la justicia del país persigue a Ben Alí, huido a Arabia Saudí, y a su mujer por "adquisición ilegal de bienes mobiliarios e inmobiliarios", además de por "transferencia ilícita de divisas al extranjero".
La justicia tunecina había anunciado la semana pasada la apertura de una investigación judicial contra el presidente derrocado, su esposa y varios de los miembros de familia de ésta última por esos mismos delitos.
El conocido como "clan de los Trabelsi" era detestado por la inmensa mayoría de los tunecinos, que le acusan de haber saqueado durante décadas las riquezas del país.
Ben Alí se encuentra en Arabia Saudí desde el pasado 14 de enero, aunque diversas fuentes indicaron a Efe que el líder de Libia, Muamar el Gadafi, mantiene desde hace días negociaciones con las autoridades saudíes para su posible traslado a ese país magrebí, uno de los dos vecinos de Túnez, junto con Argelia.
El ministro de Justicia anunció hoy además que 71 presos resultaron muertos en los diferentes motines registrados en el país en los días que siguieron a la huida de Ben Alí, 48 de ellos únicamente en el incendio de la prisión de Monastir en el centro del país el 15 de enero, el día después de su salida.
En Monastir los presos prendieron fuego a las camas de sus celdas, lo que provocó un gran incendio en el establecimiento penitenciario, según señalaron entonces fuentes del Gobierno. Algunos de los reclusos consiguieron escapar, mientras que decenas quedaron atrapados en la prisión y murieron o resultaron gravemente heridos.
Durante esa jornada se produjeron también motines e intentos de incendio en las prisiones de las regiones de Gafsa y Kaserín, en el centro oeste, y en las Bicerta y Mornaguía.
En Gafsa y Kaserín los motines fueron controlados mientras que en la cárcel de Bicerta, al noroeste de Túnez, y en la de Mornaguía, a 17 kilómetros de la capital, decenas de presos huyeron. Chebi dijo hoy que cerca de 11.000 presos consiguieron escapar de diferentes cárceles del país durante los motines.
TENSIÓN EN LAS PROXIMIDADES DE LA SEDE DEL PRIMER MINISTRO
La tensión aumentó considerablemente esta mañana en la plaza situada ante la sede de la oficina del primer ministro, después de que la Policía instalará barreras de alambre de espino con la intención de bloquear el acceso a la zona, lo que provocó la cólera de los concentrados.
Algunos grupos de manifestantes protestaron y forcejearon con los agentes, que dispararon entonces decenas de proyectiles de gases lacrimógenos y comenzaron a golpear con porras a los concentrados.
El caos y la confusión se propagaron en la plaza, donde miles de personas de las regiones más pobres del país llevan acampados desde hace días.
Los violentos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales ante la sede del Gobierno y por las calles adyacentes se sucedieron durante varios minutos.
Muchos manifestantes lanzaron piedras a los agentes, mientras les acusaban de pretender "sitiarles y matarles de hambre" al bloquear los accesos a la plaza, por los que los habitantes de la capital se sumaban estos días a la protesta y les llevaban alimentos y bebidas.
Según varios manifestantes, las fuerzas del Ejército que permanecieron pasivas durante los enfrentamientos, les habían conminado esta mañana a abandonar el lugar.
Otros aseguraron que un agente de policía había resultado muerto en los enfrentamientos, aunque la confusión en estos momentos es grande en la zona, con la plaza desalojada de los manifestantes, que han abandonado en su huida los cientos de sacos de dormir y mantas esparcidos por todas las esquinas.
La carga policial ante la sede del Gobierno se produce mientras se espera hoy con gran expectación en Túnez el anuncio del nuevo Ejecutivo de transición, cuya composición será fundamental para la continuación o no de las protestas en todo el país.