Tres años después de un tiroteo que conmocionó a EEUU, el acusado de perpetrarlo, James Holmes, fue declarado culpable de asesinar a 12 personas y herir a otras 70 durante la proyección de una película de Batman en un abarrotado cine de Aurora (Colorado), lo que podría valerle la pena de muerte.
De pie, el procesado, de 27 años, escuchó cómo el magistrado leía la decisión que el jurado había tomado sobre cada uno de los 165 cargos, 24 de ellos por asesinato, de los que se acusó el joven, para el que la defensa pide su ingreso en un centro psiquiátrico con el objetivo de tratar su esquizofrenia paranoide.
"Nosotros, el jurado, consideramos al acusado James Holmes culpable de asesinato en primer grado", dijo el juez leyendo la decisión unánime de los doce miembros del jurado y citando el nombre de cada una de las 12 víctimas, entre ellas la de Veronica Moser-Sullivan, una niña de 6 años que la noche del 20 de julio de 2012 se encontraba frente a la pantalla del cine.