Israel acabará mañana de cumplir acuerdo alcanzado para el regreso a casa del soldado Guilad Shalit con la excarcelación de 550 palestinos, todos menos dos sin delitos de sangre, en la segunda fase del canje iniciado hace dos meses.
Esta segunda lista de reclusos, publicada el miércoles pasado, ha sido confeccionada por Israel (como marcaban los términos del intercambio), por lo que no incluye miembros de Hamás o Yihad Islámico.
Casi todos volverán a sus casas en Cisjordania, aunque en la relación hay 43 de la franja de Gaza, dos de Jerusalén Este y otros dos jordanos, según la agencia palestina "Maan".
La mayoría estaban condenados como máximo a cinco años de prisión, con gran parte cerca de cumplir su pena.
Más de la mitad, concretamente 300, pertenecen al movimiento nacionalista Al Fatah, que encabeza el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
Así lo había recomendado el Ejército israelí para reforzar ante los palestinos la imagen de Abás (que apuesta por la negociación con Israel) frente a la de Hamás, gran beneficiada de la primera fase del canje, que tuvo lugar el pasado octubre.
En la primera fase del canje, Israel excarceló a 477 presos palestinos (incluidos responsables directos de atentados que dejaron decenas de muertos) a cambio del soldado Shalit, que había sido capturado cinco años antes por tres milicias palestinas, entre ellas el brazo armado de Hamás.
Ayer, como se esperaba, el Tribunal Supremo eliminó la última traba para la conclusión del acuerdo, cuya materialización se había puesto en duda este mes por la última escalada de violencia entre Israel y las milicias palestinas de Gaza.
La presidenta de la máxima corte, Dorit Beinish, y otros dos magistrados, Asher Grunis y Elyakim Rubinstein, rechazaron la petición de aplazamiento de la excarcelación presentada por la organización derechista "Shurat HaDin" y dos familias de víctimas israelíes.
En la demanda alegaban que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, debería consensuar con su Gobierno un listado claro de criterios para la selección de los presos que recobrarán la libertad.
También argumentaban que el Ejecutivo no había dedicado el suficiente tiempo a analizar la decisión "en profundidad".
La corte respondió, en cambio, que el canje era una decisión política que ya había comenzado a aplicarse.
El pasado jueves, los presos recibieron notificación de su liberación y se les efectuó una identificación preliminar y exámenes médicos.
Posteriormente fueron trasladados a las prisiones de Ayalón, situada entre Jerusalén y Tel Aviv; y de Ofer, cerca de Ramala, de las que saldrán mañana escoltados.
Entre los liberados figura el franco-palestino Salah Hamuri, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) arrestado en 2005 por planear el asesinato en Jerusalén del líder espiritual del partido ultraortodoxo sefardí, Ovadia Yosef.
La inclusión de Hamuri sería una suerte de "compensación" para calmar el profundo enfado del Elíseo por el nulo crédito concedido por Netanyahu a la labor diplomática de París en pro de la liberación de Shalit, que tiene ciudadanía francesa, además de la israelí, según publicó este mes el diario "Haaretz".
Para la ceremonia de regreso de Shalit, el presidente Nicolas Sarkozy ofreció a Netanyahu que un helicóptero militar francés transportase al joven cabo desde Egipto a una base aérea israelí, pero la demanda fue rechazada.
Netanyahu tampoco tuvo palabras de reconocimiento a Francia por sus esfuerzos, mientras que sí expresó públicamente su agradecimiento a los mediadores egipcios y alemanes.
La indignación de Sarkozy ante este comportamiento explica, de hecho, su ya famoso diálogo con el mandatario estadounidense, Barack Obama, en el que tildó a Netanyahu de "mentiroso" al que no puede ni ver, según comentó él mismo a líderes judíos, de acuerdo al rotativo.