El gobierno de Israel adoptó una serie de medidas excepcionales para hacer frente a la oleada de ataques que vive desde hace dos semanas, entre ellas, permitir cerrar barrios considerados problemáticos y reforzar la Policía con fuerzas del Ejército, anunció esta madrugada. Entre las decisiones, autorizadas ayer por el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu en una reunión de urgencia para tratar la situación y desveladas esta madrugada en un comunicado de su oficina, está la de autorizar a la Policía a "imponer un cierre en, o rodear, centros de fricción e incitación en Jerusalén, de acuerdo a las consideraciones de seguridad".