El peligro "inminente" de nuevas muertes llevó a la Policía a entrar en la discoteca gay Pulse, donde este fin de semana se produjo la peor matanza de Estados Unidos con arma de fuego, con 49 víctimas más el sospechoso, Omar Mateen, informaron hoy las autoridades. "Creíamos que eran inminentes más pérdidas de vidas y por eso tomé la decisión de iniciar la operación de rescate", dijo el jefe del Departamento de Policía de Orlando, John Mina, en rueda de prensa.