Expertos iraníes comenzaron a inyectar por vez primera combustible en el reactor de la planta nuclear de Bushehr, situada a orillas del golfo Pérsico. Según la televisión estatal, la controvertida planta comenzará a operar en unos dos meses, una vez que las 163 barras de uranio enriquecido sean introducidas y colocadas en el corazón del reactor.
"El arranque de un reactor tiene habitualmente varias fases. La primera tuvo lugar el pasado 21 de agosto cuanto se llevó el combustible al interior del edificio y se colocaron 60 ensambladoras de combustible en el almacén", explicó el director del organismo iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehí. "Ahora iniciamos la segunda, que es la más importante y probablemente la definitiva, que es inyectar el combustible en el núcleo del reactor. Ya hemos empezado ese proceso", agregó.
La noticia fue adelantada el lunes por el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Alaedin Boroujerdi, quien definió la ocasión como "una gran victoria de Irán" sobre las grandes potencias.
"Alemania, el Reino Unido y Francia se han opuesto a transferir a los investigadores la tecnología para (construir) centrifugadoras. Pero hoy en día tenemos entre siete mil y ocho mil", citado por la agencia estatal Irna.
"A pesar de las políticas de Estados Unidos y ciertos estados europeos, que han impuesto sanciones a la República Islámica, seguiremos adelante con nuestras políticas. Si ellos no construyen una planta para Irán, Irán lo hará por sí mismo", amenazó.
Teherán comenzó a construir la planta nuclear de Bushehr en la década de los setenta con ayuda alemana, un proyecto que quedó interrumpido por el triunfo de la revolución islámica que en 1979 depuso al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahleví.
Los trabajos, que concluyeron el pasado verano tras una serie de retrasos, fueron retomados hace diez años con la colaboración de Rusia.
Las autoridades nucleares iraníes habían anunciado el pasado 21 de agosto que ya se habían comenzado las labores de alimentación de la planta y que ésta estaría lista para conectarse a la red eléctrica en octubre o noviembre. Sin embargo, el mes pasado Salehí ya dio a entender que la citada conexión al tendido eléctrico se retrasaría y no sería posible hasta principios de 2011.
El responsable iraní, quien estuvo hoy presente en la inyección de combustible junto a expertos rusos, volvió a reiterar que Bushehr, con capacidad para generar mil megavatios se conectará a la red eléctrica en 2011. "Esperamos que la electricidad generada por la energía nuclear entre en la red nacional en los próximos tres meses", explicó a los periodistas en Bushehr.
Algunos medios habían especulado con la posibilidad de que el retraso estuviera relacionado con el ataque informático a escala industrial sufrido por Irán el pasado septiembre a través del virus "Stuxnet". Las autoridades iraníes admitieron que miles de direcciones de IP resultaron afectadas, pero negaron que infectara el sistema de Bushehr, aunque sí "los ordenadores privados de algunos operarios".
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal atómico, alegación que Teherán refuta.
El régimen iraní desestimó en noviembre de 2009 una propuesta de Washington, Moscú y Londres para intercambiar su uranio al 3,5 por ciento por combustible nuclear al 20 por ciento para la planta de investigación que posee en la capital.
Desde entonces, no ha habido negociaciones formales entre ambas partes, aunque podría reanudarse el próximo 15 de noviembre en Viena.
En febrero de este año, Irán desoyó las advertencias de la comunidad internacional y comenzó a enriquecer uranio al 20 por ciento, lo que llevó a que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le impusiera nuevas sanciones.
Salehí advirtió hoy que para que esas negociaciones se reanuden, Irán exige que el 5+1 -integrado por los países miembro permanente del Consejo de Seguridad más Alemania- envíe una petición formal por carta a Teherán. "Nosotros no hemos recibido ninguna respuesta oficial al intercambio de combustible", concluyó.