Las fuerzas iraquíes recuperaron hoy el control de la localidad de Hamarin y de otras aldeas en el norte de la provincia de Saladino que tienen gran valor estratégico, en su de su campaña contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Una fuente de la Policía informó a Efe de que durante las operaciones en estas zonas resultaron muertos al menos 18 yihadistas, entre ellos dos que intentaron perpetrar atentados suicidas.
La conquista de Hamarin, a unos 25 kilómetros al norte de Tikrit, capital de Saladino, es relevante debido a que es una zona montañosa en la que los extremistas tienen escondites y campos de entrenamiento.
Las aldeas "liberadas" son Mubarak al Farhan y Albu Said, a unos 30 kilómetros al este de la población de Al Dur, también estratégicas porque su control permite cortar la vía de suministros del EI proveniente de Kirkuk.
Además, facilitará el bloqueo de este suministro la toma hoy del puente de Zarqet, que une las provincia de Diyala y Saladino, ambas al norte de Bagdad.
La fuente reveló que el Ejército iraquí continúa su lucha cerca de la ciudad de Tikrit y en las poblaciones de Al Dur y Al Alam, donde han logrado avances "satisfactorios".
Tikrit, cuna del fallecido dictador Sadam Husein y principal blanco de la ofensiva lanzada ayer, está casi rodeada por las fuerzas leales al Gobierno iraquí.
En cuanto a las 18 bajas en las filas yihadistas, 13 miembros del EI perdieron la vida a causa de las operaciones militares en Mubarak al Farhan y Albu Said.
Otros cinco radicales murieron en Hamarin, dos de ellos suicidas que conducían un camión cisterna bomba y un vehículo Hummer.
Además, cinco efectivos de las fuerzas de seguridad iraquíes resultaron heridos en la operación para liberar esta población, según la fuente policial.
Esta ofensiva militar de gran envergadura, en la que además de tropas regulares participan milicianos afines al Gobierno, comenzó ayer desde cinco ejes, con el objetivo de expulsar al EI del norte de Saladino y recuperar Tikrit.
La situación geográfica de Saladino, entre Bagdad y Nínive, cuya capital es Mosul, principal feudo de los extremistas en Irak, le otorga una gran importancia estratégica en el conflicto que desde hace meses enfrenta al EI con las fuerzas iraquíes.
Si consiguieran recuperarla por completo, las fuerzas iraquíes ejercerían una mayor presión al sur de Mosul, segunda ciudad de Irak, que tratan de liberar desde que fuera ocupada por los yihadistas el pasado junio.
A principios del mes de enero, el ejército gubernamental logró recuperar por completo el sur de Saladino, tras una importante ofensiva a finales de 2014. EFE