El presidente de Francia, François Hollande, anunció hoy la creación de una "alta autoridad" para controlar el patrimonio de "los responsables públicos", iniciativa que forma parte de una serie de medidas para moralizar la política, tras la imputación por fraude fiscal del ex ministro de Presupuesto.
"El error de un hombre no debe sembrar duda sobre todos. Las reglas de publicación de los patrimonios de los responsables públicos estarán bajo una alta autoridad pública", que controlará las declaraciones de sus patrimonios, señaló Hollande en una rueda de prensa en el Palacio del Elíseo.
El presidente de Francia señaló que esa institución de nueva creación "estudiará de forma profunda la situación de cada ministro antes y después de su nombramiento" para "asegurar la transparencia de la vida pública".
El jefe del Estado insistió en que el escándalo de la confesión del ex responsable de Presupuesto Jérôme Cahuzac sobre su titularidad de una cuenta no declarada en el extranjero con unos 600.000 euros (unos 770.000 dólares) llega "después de años de escándalos".
"UNA LUCHA IMPLACABLE"
Por ello, es necesario librar "una lucha implacable contra las derivas del dinero" que aporte las "respuestas fuertes que los franceses exigen" a través de un proyecto de ley que el Gobierno presentará el próximo día 24 de abril.
Como ya había anunciado el Ejecutivo, todos los miembros del Gobierno deberán hacer público su patrimonio a partir del próximo lunes, mientras que los parlamentarios deberán hacerlo una vez adoptado por el Parlamento el texto legal, que prohibirá ciertas actividades profesionales "para prevenir todo conflicto de interés".
Parte de ese paquete de medidas incluye el refuerzo de "la lucha contra la gran delincuencia económica y financiera" para lo cual habrá "una fiscalía financiera con competencia nacional" que podrá actuar en los casos de corrupción y de gran evasión fiscal.
En caso de condenas por corrupción o fraude fiscal, los cargos públicos tendrán prohibido de manera "temporal o definitiva" volver a ejercer un puesto en la administración. Preguntado sobre si es una medida inquisitoria que pueda hacer que los responsables políticos sean juzgados por su riqueza y no por su tarea pública, Hollande aseguró que "el mayor riesgo sería no cambiar nada".
Además, Hollande defendió la actuación del ministro de Economía, Pierre Moscovici, en el "caso Cahuzac" porque la justicia actuó libremente y el Gobierno no intercedió. Este caso le ha "herido" y no lo puede dejar "sin una respuesta", confesó el jefe del Estado francés.