Las tropas holandesas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) desplegadas en Afganistán han iniciado hoy la retirada, al cumplirse el plazo de su misión y no contar con el acuerdo del Gobierno de ese país para prolongar el mandato, como deseaba la OTAN.
A Holanda, le seguirán Canadá, que lo hará el año próximo, Polonia, en 2012 y el Reino Unido entre 2014 y 2015. Mientras, España que salió de Iraq sin previo aviso continuará alli siguiendo el paso marcado por Obama.
Tras permanecer cuatro años en la zona, Holanda transfirió el mando en la provincia de Uruzgán (sur del país) a los efectivos estadounidenses y australianos de la ISAF -bajo mando de la OTAN- en una sencilla ceremonia, informa la agencia ANP.
Las diferencias en el seno de la coalición de gobierno holandés en cuanto a la prolongación de la misión en Afganistán motivaron la salida del partido laborista del Ejecutivo y la consecuente caída de éste el pasado febrero.
La OTAN había solicitado a Holanda una extensión de su operación en Afganistán, algo que apoyaba el entonces primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, pero no los laboristas, que en ese momento eran la segunda fuerza política del país.
La operación holandesa en Afganistán, que se inició el 1 de agosto de 2006, ha costado en torno a 229 millones de euros, según ANP.
En esos cuatro años de misión murieron 24 soldados neerlandeses y alrededor de 140 resultaron heridos.