En Grecia ya es legal vender comida pasada de fecha. Una medida que ha tomado el gobierno ante el empobreciemitno de la población. Ahora, los supermercados pueden vender a un precio mucho más bajo, productos cuya fecha de consumo preferente haya expirado. Eso sí, lo tienen que hacer en estantes separados. a nueva normativa autoriza a los negocios de alimentación la comercialización de productos cuya fecha de "consumo preferente" haya vencido, siempre que se haga en estantes separados y con un precio reducido.
Dentro de la categoría de productos que se pueden vender también entra cierto tipo de alimentos de larga duración que podrán ofrecerse al público con descuento después de su fecha de caducidad.
Aquellos cuya fecha de caducidad se indique mediante día y mes, podrán venderse hasta una semana después de dicha fecha; los que se indiquen mediante mes y año, hasta un mes después, y los que se indiquen mediante año, hasta tres meses después.
La oposición ha criticado duramente al Gobierno del conservador Andonis Samarás por haber aprobado esta medida, acusándolo de querer dividir a los consumidores entre ricos y pobres.
Sin embargo, el secretario general de Consumo del Ministerio de Desarrollo, Yorgos Steryiu, aseguró que la directiva ha sido "malinterpretada" por los medios y dijo que no se trata de la fecha de caducidad la que se utilizará sino "la fecha de venta al público".
Varias asociaciones de consumidores se han quejado también sobre la normativa y la Organización Griega de Seguridad Alimenticia tachó de insuficiente la nueva legislación asegurando que hay muchas "zonas grises" mediante las cuales empresarios "desaprensivos" podrían "poner en el mercado productos alimenticios de dudosa calidad".
Una fuente de Alfa-Beta, una de las principales cadenas de supermercados de Grecia, explicó a Efe que hasta donde a ellos les concierne sólo se había hablado de poner a la venta productos cuya "fecha de consumo preferente" hubiese expirado, aunque finalmente la empresa desestimó hacerlo para mantener su política de calidad.
El pasado año, el Parlamento Europeo aprobó una resolución llamando a las empresas a mejorar el empaquetado y definir de diferente forma la caducidad de sus productos para evitar el despilfarro y desperdicio de comida.
Grecia se halla en su sexto año consecutivo de recesión, algo que ningún país desarrollado había vivido desde la Segunda Guerra Mundial.
De acuerdo a un estudio del Instituto del Trabajo, ligado a los sindicatos, en 2014, los griegos habrán perdido la mitad de poder adquisitivo respecto a los niveles anteriores a la crisis.
En España también se han tomado medidas en el etiuquetado de algunos alimentos para evitar su desperdico. Por ejemplo, en el caso de los yogures. Se ha susustituído la fecha de caducidad, por fecha de consumo preferente. Más allá de esta última no se pueden comercializar, pero es el consumidor quien decide si los toma o no después de la fecha que recomienda la etiqueta.
En los países de la Unión europea, se desperdician 89 millones de toneladas de alimentos al año, lo que equivale a 179 kilos por habitante.