El partido conservador Nueva Democracia (ND) ha rechazado de nuevo la opción de pactar con los socialdemócratas del PASOK y reeditar, tras las elecciones del domingo, la coalición que ha gobernado Grecia los últimos cinco meses.
"Hay quienes nos presionan para que gobernemos junto al PASOK. Yo no quiero gobernar con el PASOK. Un nuevo Gobierno de este tipo no es algo que sea del interés del pueblo griego", dijo anoche en Atenas el líder de ND, Antonis Samarás, en el que fue su último gran mitin electoral.
"Si no logramos un mandato fuerte, habrá inestabilidad", advirtió Samarás, pues las encuestas dan a su partido la victoria electoral pero con sólo un 25 por ciento de los votos, insuficiente para formar un Gobierno en solitario.
Aunque las encuestas dan ventaja al conservador Samarás, es posible que su formación y el Pasok, que antaño sumaban un 80% del voto, no lleguen esta vez en conjunto a más del 40%. Hasta diez partidos, la mayoría opuestos a las duras condiciones del rescate europeo, podrían entrar en el nuevo parlamento abriendo todas las incógnitas sobre el futuro político del país.
VENIZELOS, FAVORABLE AL PACTO
Hoy toca el cierre de campaña de los socialdemócratas, con un discurso del exministro de Finanzas y nuevo líder del partido, Evangelos Venizelos, en la Plaza Syntagma de Atenas.
Venizelos se ha mostrado favorable a pactar de nuevo con los conservadores y mantenerse fiel al acuerdo con Bruselas respecto a las políticas de ajuste fiscal.
En cambio, Samarás aseguró que "cambiará todo" y que su prioridad será el crecimiento, a pesar de que se comprometió por escrito a respetar las exigencias de austeridad de la UE.
Con todo, el político conservador recibió durante el mitin "todo el apoyo" del líder del Partido Popular Europeo, Wilfried Martens.
"Antonis (Samarás), has elegido el camino difícil, el de apostar por el crecimiento. Nosotros te apoyamos", afirmó en el mitin de Atenas, en una aparente contradicción con lo que han defendido hasta ahora los líderes conservadores europeos.
Igualmente, Samarás acusó a los inmigrantes sin papeles de ser "los tiranos de la sociedad griega" y aseguró que optará por repatriarlos si gana las elecciones.
Pese a esta amenaza, atacó duramente y pidió aislar al partido neonazi Amanecer Dorado, que ha hecho del tema inmigración el eje de su campaña y al que las encuestas le auguran la entrada en el Parlamento con el 5 por ciento de los votos.
Samarás apeló al recuerdo y al respeto de los "antepasados que murieron durante la ocupación" nazi de Grecia para pedir el rechazo a esa formación radical.
Mientras, el líder de la Coalición de Izquierda Radical (SYRIZA), Alexis Tsipras, quien también cerró anoche su campaña, llamó a formar un gran Gobierno de izquierdas.
"Nadie ni nada puede detener a la gente determinada a cambiar su destino", afirmó.
Pero el Partido Comunista de Grecia (KKE), la otra gran formación de la izquierda, se opuso a una coalición con SYRIZA, según aseguró su líder, Aleka Papariga, durante un mitin el miércoles en Atenas, en el que congregó a unos 10.000 simpatizantes.