El Gobierno griego ha recibido el visto bueno de la UE y del FMI a las nuevas medidas de austeridad y privatizaciones con las que pretenden reducir el déficit y desbloquear la llegada de nuevas ayudas. "Se han completado con éxito las negociaciones con los representantes de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)", informó el Ministerio de Finanzas griego.
"Los documentos pertinentes se concluirán en los próximos días y se presentarán al Parlamento tras el debate y aprobación por parte del Consejo de Ministros", afirmó el ministerio en un comunicado.
En las últimas semanas los inspectores internacionales han estudiado los planes griegos para determinar si Atenas se había esforzado lo suficiente para recibir el próximo tramo del crédito internacional de 110.000 euros en junio. Sin ese dinero, en concreto 12.000 millones de euros en junio, el Gobierno griego ya aseguró que se vería obligado a suspender pagos.
El nuevo plan pretende reducir gastos del Estado y aumentar sus ingresos en unos 78.000 millones de euros hasta 2015, entre recortes y privatizaciones.
El objetivo es que el actual déficit, del 10,5 por ciento del PIB, caiga hasta el 3 por ciento dentro de tres años.
Nada más conocerse el acuerdo, la Bolsa de valores de Atenas subió hasta el 4,42 %, mientras que los valores bancarios lo hicieron en un 8 %.
La respuesta positiva de los inspectores supone no solo el desbloqueo de los 12.000 millones de un nuevo tramo del crédito ya acordado, sino que puede abrir la puerta a otra financiación extra de 60.000 millones de euros.
Con ese dinero se pretende cubrir gastos adicionales de Grecia para el periodo 2012 y 2013, ya que el país no podrá acudir a los mercados a refinanciarse debido a los intereses prohibitivos que exigen al país.
Papandréu se encuentra hoy en Luxemburgo con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al que presentará los detalles de las nuevas medidas, informaron fuentes gubernamentales.
La agencia Moody's rebajó el miércoles tres escalones la calificación de la deuda griega ante el aumento del riesgo de impago, y los principales sindicatos han convocado una nueva huelga general para el día 15 de junio y un paro el día 9 en todas las empresas con participación estatal.