El Gobierno de Tailandia desbordado por las inundaciones

  • Bangkok puede quedar anegada por las aguas de la meseta centra
  • La cifra de muertos asciende a 320 y hay unos 2,4 millones de afectados

El Gobierno admite que no hay forma de evitar las inundaciones en Bangkok. La primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, admitió hoy, jueves 20 de octubre, que no existe forma de contener el gran volumen de agua procedente de la inundada meseta central y que ahora amenaza con anegar Bangkok, la capital del país.

Durante semanas miles de soldados apoyados por voluntarios han trabajado sin pausa en los suburbios del norte y noreste de la urbe para reforzar los diques de protección contra el creciente flujo de agua que desciende cada vez con mayor rapidez desde las 28 provincias que han quedado sumergidas.

SITUACIÓN ACTUAL

Shinawatra calificó de "crisis nacional" y "problema abrumador" las inundaciones registradas en 26 provincias del norte y de la meseta central. La cifra de muertos asciende a 320 personas, sin contar con los desaparecidos. Según el Centro Nacional para la Prevención de Desastres Naturales, la situación afecta a más de nueve millones de personas.

"El agua de las inundaciones viene por todas direcciones y no podemos controlarla dado que el caudal es enorme", dijo en conferencia de prensa la jefa del Gobierno. "No podemos bloquear el agua por siempre", precisó Shinawatra.

Ayer, miércoles, el gobernador de Bangkok, Sukhumbhand Paribatra, ordenó la primera evacuación, unas mil personas fueron evacuadas de un barrio de la periferia.

Por su parte, el responsable del centro de crisis creado por el Gobierno y ,a su vez, ministro de Justicia, Pracha Phomok, dijo al canal estatal de televisión, que el flujo de agua amenaza con superar los diques de defensa de la capital. "Me preocupan los residentes de Bangkok porque si no conseguimos controlar la situación existe la posibilidad de que nuestra Bangkok se inunde", señaló.

Al mismo tiempo que la crisis aumenta, también lo hacen las criticas contra la primera ministra y su Gobierno por su gestión y lenta respuesta al desastre, que en términos económicos costará al país al menos 3.000 millones de dólares, una cifra que se disparará si las inundaciones alcanzan Bangkok, que aporta el 41 por ciento del total del Producto Interior Bruto (PIB).