El G7 adoptó hoy un plan antiterrorista que incluye elevar el nivel de la seguridad en aeropuertos, y señaló además su preocupación por las últimas provocaciones de Corea del Norte o las disputas territoriales en el Mar de China Oriental. El terrorismo ocupó gran parte de la agenda de seguridad y de exteriores de la cumbre del Grupo de los Siete que concluyó hoy en el parque natural de Ise-Shima (centro de Japón), la primera celebrada en Asia en ocho años, y que como tal también concedió especial relevancia a los puntos calientes en este continente.
En la declaración adoptada al término de la cumbre, el Grupo de los Siete alerta sobre "el preocupante aumento del número de ataques terroristas, especialmente aquellos perpetrados en lugares vulnerables debido a su acceso abierto o a las barreras limitadas de seguridad". Ante esta "urgente amenaza para la seguridad global", los líderes del G7 piden "hacer mayores esfuerzos coordinados y a nivel colectivo", que además de a las autoridades nacionales, incluyan al sector privado, a organizaciones civiles y a la sociedad en su conjunto, según el texto.
El texto también denuncia "las atrocidades y los abusos de los derechos humanos" por parte de Estado Islámico (EI), Al Qaeda y otras organizaciones terroristas", que suponen "un serio desafío para la paz, la seguridad y los valores compartidos por la comunidad internacional". Asimismo, alertan sobre "la explotación de internet y de las redes sociales en todo el mundo para propósitos terroristas, de extremismo violento y otros fines criminales, como la captación y financiación de organizaciones de este tipo".
Ante este panorama, los líderes han decidido incrementar el intercambio de información entre los servicios nacionales de inteligencia y organizaciones internacionales como Interpol.
En particular, señalan la importancia de compartir de datos sobre documentos de identidad y pasaportes perdidos y robados, tráfico de armas y sobre los trayectos aéreos o controles fronterizos de personas que hayan sido investigadas por su supuesta vinculación a organizaciones terroristas.
En la misma línea, el G7 señala la necesidad de "incrementar la seguridad del transporte aéreo" a través de "medidas, procesos y equipamientos que vayan más allá de los estándares actuales para responder al actual nivel de amenaza terrorista" "Necesitamos reforzar la vigilancia en los aeropuertos y en otros lugares públicos con mucho tránsito de personas. Es una de las lecciones que debemos aprender de atentados como los de París, Bruselas o Yakarta", afirmó el presidente francés, François Hollande, en una rueda de prensa al término de las reuniones.
ESTRATEGIAS EQUILIBRADAS
El G7 se comprometió hoy a aplicar estrategias económicas coordinadas "más enérgicas y equilibradas" y al tiempo subrayó el "Brexit" como una amenaza para el comercio internacional, la creación de empleo o el crecimiento global. Los líderes de las siete economías más desarrolladas y la UE adoptaron este compromiso en una declaración conjunta rubricada hoy al término de la cumbre celebrada en el parque natural de Ise-Shima (centro de Japón).
El G7 reconoce la existencia de una ralentización global motivada por el frenazo de China y los emergentes y apuesta por reforzar "políticas económicas de forma cooperativa, y empleando un conjunto de medidas más enérgico y equilibrado, con vistas a lograr rápidamente un patrón de crecimiento firme y sostenible", según el documento.
El texto está en línea con lo tratado por los ministros de Finanzas del G7 el fin de semana previo en Sendai (noreste de Japón), donde se declaró la necesidad de usar todas las herramientas disponibles -monetarias, fiscales y estructurales- para atender a la situación global y también a cada escenario doméstico.
"BREXIT"
El "brexit", reza la declaración, "revertiría la tendencia hacia un mayor comercio global", y supondría "riesgos para la creación de empleo y para el crecimiento". "Todos los líderes compartimos la visión de que la salida de Reino Unido de la UE es un riesgo a evitar, aunque la decisión final corresponde a los votantes británicos", afirmó el primer ministro británico, David Cameron, en una rueda de prensa celebrada al término de la cumbre.
"Es evidente que nuestra salida tendría un impacto negativo. Somos una gran nación comercial, y el 40 por ciento de nuestros productos se exporta al mercado único", subrayó el líder conservador, quien recalcó que "la mejor opción para Reino Unido es quedarse en la UE y reformarla desde dentro".
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, añadió que "todos los participantes quisieron dar una señal a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE". A unas tres semanas para el plebiscito del 23 de junio, las encuestas sobre intención de voto otorgan a la campaña a favor de permanecer en la UE un respaldo de entre el 52 y el 53 %, frente al 42 ó 47 % del "brexit".