Los ministros de Finanzas del G20 acordaron hoy una "ambiciosa" reforma del Fondo Monetario Internacional que dará más protagonismo a los países en desarrollo y rechazaron la "devaluación competitiva" de las divisas.
Al término de su reunión en Gyeongju (Corea del Sur), el G20 expresó en un comunicado que "la recuperación de la economía global continúa avanzando, aunque de manera frágil e irregular", y apoyó un "sistema de tipos de cambio determinado por el mercado, que refleje los fundamentos económicos".
El G20 acordó en su encuentro otorgar un mayor peso a los países emergentes y en desarrollo en el FMI, para hacerlo "más efectivo, creíble y legitimado", con el objetivo de permitir "su papel en apoyo del sistema financiero y monetario internacional".
Esos países en desarrollo, hasta ahora "poco representados", tendrán una cuota de alrededor del 6 por ciento, más de lo que había decidido anteriormente el G20 (5 por ciento).