Friedrich Merz es elegido canciller de Alemania por el Parlamento al segundo intento
El candidato de la coalición entre CDU, CSU y SPD, logró sumar 325 votos a favor en segunda votación, tres por debajo de los 328 que teóricamente le respaldaban, tras fracasar en la primera votación con solo 316 votos
Diecisiete ministros componen el nuevo Gobierno de Merz formado por conservadores y socialdemócratas
El conservador Friedrich Merz fue elegido este martes en un segundo intento nuevo canciller de Alemania por la Cámara Baja del Parlamento germano, después de que en la primera ronda no lograra sumar la mayoría necesaria de 316 votos, una situación inédita en la historia de la República Federal de Alemania.
Merz logró así alcanzar la conocida como "mayoría del canciller" al sumar 325 votos a favor, frente a 289 en contra, 1 abstención y 3 votos nulos.
El bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) y sus socios de coalición del Partido Socialdemócrata (SPD) cuentan con 328 escaños, por lo que tres diputados de sus propias filas no votaron a favor de Merz.
SORPRESA EN LA PRIMERA VOTACIÓN
La sorpresa al fracasar Merz horas antes en el primer intento fue mayúscula porque tanto él como el copresidente del SPD y vicecanciller designado, Lars Klingbeil habían asegurado la víspera que contaban con los votos necesarios.
Dado que el bloque conservador y la SPD cuentan con 328 diputados en la Cámara Baja o 'Bundestag' y Merz solo recabó 310 votos a favor, 18 legisladores de las propias filas de la coalición acordada traicionaron al candidato conservador.
Al ser una votación secreta no es fácil determinar con claridad si quienes no quisieron votar por él fueran diputados de su propio partido, de la CSU que es una formación hermana, o del SPD.
Tenían de hecho un margen de 12 votos para sacar adelante la votación, en la que 621 legisladores depositaron sus votos y toda la oposición (en total 302 escaños) ya había adelantado que iba a votar en contra del candidato conservador.
Finalmente hubo 307 votos en contra de Merz como canciller, tres abstenciones y un voto nulo en la primera vuelta.
NUEVO GOBIERNO
Por la tarde, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, nombró este martes a los diecisiete ministros -nueve hombres y ocho mujeres-, del nuevo Ejecutivo que liderará Friedrich Merz, compuesto por conservadores y socialdemócratas.
Políticos de la CDU, el partido de Merz, se ocuparán de siete carteras, incluida la de Asuntos Exteriores, que asumirá Johann Wadephul, de 61 años y el más veterano de los ministros.
Además del Ministerio de Economía, del que se ocupará la cristianodemócrata Katharina Reiche, la CDU también tendrá el control de la jefatura de la Cancillería, con cargo ministerial y en manos de Thorsten Frei.
Bajo control del SPD quedan importantes carteras como la de Finanzas, que asumirá el también vicecanciller Lars Klingbeil; Defensa, que continuará en manos de Boris Pistorius; y Trabajo y Asuntos Sociales, en manos de Bärbel Bas, expresidenta de la cámara baja.
Un político de la CSU, Alexander Dobrindt, tomará las riendas del Ministerio del Interior, la más relevante de las responsabilidades asignadas a los conservadores bávaros.
La ministra más joven del Ejecutivo es la socialdemócrata Reem Alabali-Radovan, de 35 años, primera política alemana de origen iraquí en ser ministra y nueva titular de Cooperación Económica y Desarrollo.
LA ESPERANZA CONSERVADORA
Los críticos de Merkel dentro de la CDU -que se quejaban justo de que la disposición al compromiso había desdibujado el perfil conservador de la agrupación- veían en Merz la esperanza de que el partido volviera a sus orígenes.
Merz, nacido en 1955, hizo una larga pausa en su carrera política durante la era Merkel por sus diferencias con la canciller y sólo la reinició al final de la misma cuando fue elegido -tras dos intentos fallidos- jefe de la CDU y convertirse en líder de la oposición al Gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz.
Como jefe de la oposición Merz pudo en buena medida responder a las expectativas de los conservadores. Incluso llevó su deseo de mostrar un perfil claramente conservador al extremo de presentar ante el Parlamento una propuesta de resolución sobre política migratoria sabiendo que está sólo podía ser aprobada con el apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), lo que finalmente ocurrió.
Tras las elecciones, sin embargo, se vio forzado a buscar posiciones comunes con el SPD para formar Gobierno, lo que implicaba hacer concesiones que a algunos le recordaban a la era Merkel.
Uno de las concesiones más claras la hizo incluso antes de que empezasen las negociaciones formales de coalición con la aprobación de una reforma constitucional -para la que se necesitó también un acuerdo con Los Verdes- que implicaba relajar el freno a la deuda, lo que había sido durante años algo intocable para los conservadores.
Lo que viene ahora para el nuevo Gobierno es la necesidad de mostrar unidad y armonía para pasar página al fiasco del fracaso en la primera votación y bajo la conciencia de que la coalición anterior se rompió justamente hoy hace seis meses por diferencias entre los partidos que la formaban.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}