La "difícil" decisión, anunciada a tres meses de las próximas elecciones presidenciales en Francia, será tomada en función de un informe que Sarkozy ha encargado al ministro de Defensa, Gérard Longuet, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Edouard Guillaud, quienes se trasladarán "inmediatamente" a Afganistán. "Si las condiciones de seguridad no quedan claramente restablecidas, nos plantearemos un retorno anticipado del Ejército francés", aseguró Sarkozy en su discurso anual ante el cuerpo diplomático acreditado en París, en el que recordó que el fin de la retirada estaba previsto antes de 2014.
Hasta conocer el informe, "todas las operaciones de formación, de ayuda el combate del Ejército francés, quedan suspendidas", agregó el jefe del Estado. "El Ejército francés está al lado de sus aliados, pero no podemos aceptar que ni uno solo de nuestros soldados sea asesinado o herido por nuestros aliados, es inaceptable", subrayó Sarkozy, quien avanzó que abordará la posible retirada militar el próximo día 27, durante la visita a Francia del presidente afgano, Hamid Karzai.
Un afgano con uniforme de las fuerzas armadas de su país -que ha sido detenido- asesinó hoy a tiros en Kapisa (este de Afganistán) a cuatro soldados galos e hirió de gravedad al capitán del destacamento. En concreto, precisó el ministro de Defensa, el tiroteo se produjo "en el marco de un entrenamiento en el interior de la base" de Gwam. El ataque, que eleva a 82 el número de militares galos fallecidos en el país asiático desde el inicio del conflicto en 2001, ha dejado además una "quincena" de heridos, todos ellos franceses, de los que ocho están en estado "grave".
El agresor, del que aún no se sabe si era un talibán infiltrado, disparó contra sus víctimas en un momento en el que los militares estaban desarmados, explicó el ministro de Defensa.
Por su parte, el titular de Exteriores, Alain Juppé, precisó en una conferencia de prensa que el de hoy es un "asesinato" que nada tiene que ver con las bajas en combate, que pueden asumirse en el marco de una operación militar.
Por ello, exigirán a las autoridades afganas "garantías creíbles" sobre los procedimientos de reclutamiento de soldados locales, agregó. Francia ya ha replegado desde el pasado octubre a 200 de los 4.000 soldados que tiene en Afganistán. En los próximos días está previsto el retorno a Francia de otros 200 efectivos y a lo largo de todo el 2012, de un millar. "Somos amigos de los soldados afganos y del pueblo afgano, pero no puedo aceptar que los soldados afganos disparen contra los soldados franceses", dijo Sarkozy.
El 2011 se saldó con un total de 36 militares muertos en ataques de soldados afganos en formación contra soldados de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), señaló el ministro de Defensa. El último de esos atentados se produjo el pasado 29 de diciembre, cuando dos legionarios galos fueron asesinados en el valle de Tagab, al norte de Kabul, por un soldado del ejército afgano que recibía instrucción.
Por su parte, el candidato socialista a la Presidencia francesa, François Hollande, reiteró que su intención, en caso de acceder a la jefatura del Estado, es retirar las tropas "lo antes posible" y marcó como fecha límite finales de 2012. Con la muerte de los cuatro militares franceses, que participaban en la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), son ya diez los soldados de ese cuerpo muertos en las últimas 24 horas, después de que este jueves se estrellara un helicóptero de las tropas internacionales en el sur afgano, en un acto que se atribuyeron las milicias talibanes.