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El ministro francés del Interior, Manuel Valls, se mostró hoy prudente sobre las amenazas de los rebeldes que ocupan el norte de Mali de organizar atentados en Francia e insistió en que se va a mantener "la mayor vigilancia".

Valls, en una entrevista radiotelevisada a "RMC" y "BFM TV", señaló que hay "una amenaza presente" de atentados terroristas en Francia, como lo pusieron en evidencia las masacres cometidas en marzo en Toulouse y su región por el joven integrista Mohamed Merah, y también el desmantelamiento en septiembre de una célula que "iba a pasar a la acción".

Pero al ser preguntado en concreto sobre la amenaza de actuar contra Francia de los grupos que controlan el norte de Mali en represalia por la operación militar francesa, respondió que "hay que ser prudente. Me cuidaré de dar una respuesta definitiva".

Puso el acento en que "hacemos frente a un enemigo exterior y a un enemigo interior" y que los servicios secretos "están particularmente atentos" dentro y fuera de Francia.

Recordó que se han intensificado los controles en algunas de las principales infraestructuras de transportes y citó en particular el caso de los puertos del Mediterráneo.

También se refirió a los 700 militares que participan en París en labores de seguridad, junto a las fuerzas del orden.

Valls se felicitó de la "unidad nacional" de las fuerzas políticas en torno a la decisión del presidente, François Hollande, de lanzar la operación militar en Mali.

Una operación que justificó para evitar la caída de la capital, Bamako, en manos de "los grupos terroristas", donde se concentran la mayor parte de los alrededor de 6.000 franceses que viven en esa antigua colonia francesa.

El titular de Interior dijo que los miembros de su Gobierno son "conscientes de los riesgos que corren" los rehenes franceses secuestrados en el Sahel, en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), pero argumentó que la inacción en Mali tampoco habría cambiado su suerte.