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El Gobierno español ve posible que España sigue siendo aún receptora neta de fondos de la Unión Europea (UE), es decir que reciba más dinero del que aporta, en el próximo presupuesto comunitario que negocian en Bruselas los líderes de los Veintisiete.

Esta posibilidad ha sido apuntada por fuentes del Ejecutivo español tras los contactos que ha mantenido el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, en las últimas horas con otros líderes europeos para intentar acercar posiciones en torno al presupuesto para el periodo 2014-2020.

Las fuentes citadas han querido ser muy cautas ante la posibilidad de un acuerdo, que reconocen que es una tarea muy complicada, y sobre la posición en la que quedaría España, que quiere dar la batalla especialmente en los fondos destinados a la política agraria, a la cohesión y a la lucha contra el desempleo juvenil.

El Consejo Europeo extraordinario ha empezado con casi seis horas de retraso para permitir contactos bilaterales que allanaran el camino al consenso.

Rajoy ha mantenido una reunión conjunta con el presidente francés, François Hollande, y con el primer ministro italiano en funciones, Mario Monti, y ha tenido otras dos entrevistas con la canciller alemana, Anela Merkel, y con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

También ha conversado brevemente con el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, y aunque hoy no se ha reunido con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, sí conversó telefónicamente con él desde Madrid para conocer algunos aspectos de la nueva propuesta presupuestaria que éste iba a plantear.

El Gobierno español remite a la presentación oficial que Van Rompuy hace de esa propuesta ante los líderes europeos para aventurar si realmente es posible el acuerdo en esta cumbre.

Rajoy hará frente común con otros líderes como Hollande y Monti para minimizar los recortes en materia de política agraria y de cohesión, y ha vuelto a hablar con Merkel de la necesidad de impulsar políticas de crecimiento y de crear fondos específicos contra el desempleo juvenil.

Nada se ha concretado respecto a este último asunto, aunque España desea que ese fondo no se nutra de recortes de otros, sino que se forme con dinero nuevo.

A la espera de cómo avancen las negociaciones y una vez asumido que el techo de gasto de los próximos presupuestos será menor que el de los últimos aprobados por la UE, el Gobierno no descarta que, en contra de lo previsto en noviembre, España aún no pase a ser contribuyente neto.

En función del recorte que finalmente haya y del reparto de los diversos fondos, ve factible recibir más dinero del que aporta, aunque las fuentes del Ejecutivo recalcan que nada puede darse por seguro hasta que se cierre toda la negociación.

El Gobierno español insiste en que quiere que del Consejo Europeo que hoy ha comenzado salga un acuerdo pese a que España pudiera resultar beneficiada si no lo hubiera y la UE estuviera abocada a aprobar sólo un presupuesto anual.

PRESUPUESTO

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE comenzaron a llegar a Bruselas a las 12.30 GMT y desde entonces han celebrado numerosas bilaterales para acercar posiciones sobre el proyecto de presupuesto, planteado por el presidente del Consejo Europeo, que asciende a 973.000 millones de euros para los próximos siete años.

Esa cifra supone 80.000 millones de euros menos que la propuesta por la Comisión Europea (CE) y 20.000 millones menos respecto al presupuesto de 2007-2013.

Fuentes diplomáticas adjudicaron ese retraso a las nuevas propuestas reductoras del presupuesto plurianual que se barajan y que podrían suponerun recorte entre 10.000 y 15.000 millones de euros.

DIVISIÓN ENTRE LOS SOCIOS

Los Estados miembros han llegado muy divididos a la cumbre, con una clara diferencia entre países como España, Italia y Francia, que rechazan recortes y abogan por que los fondos europeos sigan sufragando las políticas agrarias y de cohesión, o Reino Unido, Holanda, Alemania, Suecia o Finlandia, que defienden más austeridad presupuestaria.

Los servicios del Consejo de la UE informaron de un primer retraso del inicio de la reunión, en un principio de dos horas, debido a que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, estaba finalizando una nueva propuesta de compromiso.

"Cada uno defiende sus intereses, pero el consenso debería ser la perspectiva", afirmó a su llegada el canciller austríaco, Werner Faymann, que agregó que "con tantos desempleados sería un fracaso no llegar a acuerdo".

El primer ministro británico, David Cameron, se mostró tajante a su llegada y adelantó que "no habrá acuerdo" si no se recorta más el montante asignado al presupuesto europeo, además de considerar que la UE "no debería quedar inmune" a la presión existente en todo el territorio comunitario "para reducir gasto, encontrar eficiencias e invertir el dinero de manera inteligente".

POSICIONES BASTANTE ALEJADAS

La canciller alemana, Angela Merkel, confirmó que "las posiciones están aún bastante alejadas" y consideró que las cuentas comunitarias deben de ser "solidarias" pero también "rigurosas".

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, aseguró que "si para buscar un compromiso a cualquier precio y abandonar sus políticas comunes, Europa tiene que dejar de lado la agricultura e ignorar el crecimiento, no estaré de acuerdo".

Hollande indicó que su país "siempre" tiene presente la necesidad de ahorro y también que "no hay que debilitar" la política europea.

El nuevo tijeretazo podría satisfacer los recortes suplementarios exigidos por países como Reino Unido, pero choca con los intereses de otras delegaciones que han advertido que no están de acuerdo con más restricciones, y con el Parlamento Europeo, que anunció que vetará unas cuentas que contengan más rebajas.