Diputados de la oposición y el oficialismo se enfrentaron a golpes y empujones durante la sesión de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN) en la que se interpelaba a los ministros del área social del Gobierno de Hugo Chávez. La tensión que acompaña los debates desde la vuelta de la oposición al Parlamento, el pasado 5 de enero, se desbordó cuando el diputado opositor Alfonso Marquina protagonizó un enfrentamiento físico con un diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Marquina se dirigió hacia la Presidencia para protestar por los gritos que venían de la parte del público, donde se encontraba un bullicioso grupo de seguidores del Gobierno. Un diputado oficialista identificado por medios locales como Henry Ventura se enfrentó entonces con Marquina, quien reaccionó a golpes.
El legislador opositor Miguel Pizarro indicó que primero hubo un intercambio de palabras y después el diputado oficialista "agarró por la camisa a Marquina y le echó un empujón para bajarlo" del palco de la Presidencia, mientras intercambiaban palabras, empujones y golpes. "El diputado Marquina estaba pidiendo además que se bajara el volumen de las barras, porque también tenemos derecho a hacer las intervenciones con respeto", explicó.
Pizarro afirmó que las dos bancadas parlamentarias se enfrentaron y por tanto son "corresponsables del altercado".
La transmisión por cadena nacional que se realizaba a todo el país fue interrumpida instantes después del incidente. "Ante la violencia opositora en la Asamblea Nacional nos vimos obligados a salir de la cadena. El pueblo pide debate, no más agresiones", dijo el ministro de Comunicación, Andrés Izarra, en su Twitter.
La sesión continuó con la llamada del presidente de la Asamblea a que el público guardara silencio.
El vicepresidente político y canciller venezolano, Nicolás Maduro, que encabeza la representación gubernamental pidió a continuación a los diputados opositores que "bajen un poco la agresividad", porque según dijo "son muy dados a ejercer la violencia y después esconderla detrás de un discurso". "Vinimos a trabajar en paz, como siempre lo hacemos, y esperamos que por lo que vayamos a decir no seamos agredidos como sucedió en este momento", afirmó, frente al abucheo general de la oposición.