EEUU y Rusia acordaron un alto el fuego en Siria a partir de la medianoche del próximo 27 de febrero, del que se excluyen los ataques al Estado Islámico (EI) y otras organizaciones terroristas como Jabhat al-Nusra, informó el Departamento de Estado estadounidense.
"El cese de hostilidades se aplicará a todas las partes implicadas en el conflicto sirio que se hayan comprometido a aceptar sus términos", señala el Departamento de Estado en un comunicado. Para asegurar este alto el fuego de manera que "se promueva la estabilidad y proteja aquellas partes implicadas, tanto Rusia como EEUU están dispuestas a intercambiar la información pertinente", agrega la nota.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, que ha conversado este fin de semana en varias ocasiones con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, celebró el acuerdo alcanzado. "Este es un momento de promesas, pero el cumplimiento de estas promesas depende de acciones", subrayó Kerry en un comunicado.
Este acuerdo entre Washington y Moscú se produce después de que las potencias pactasen el pasado 11 de febrero en Alemania un alto el fuego a aplicar en una semana y que finalmente expiró sin cumplirse. Según los últimos datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el conflicto sirio ha dejado desde su inicio en 2011 más de 250.000 personas muertas y provocado 4 millones de refugiados, que han salido del país huyendo de la violencia.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dio hoy la bienvenida al acuerdo anunciado por EEUU y Rusia para un cese de las hostilidades en Siria y aseguró que se trata de una muy esperada "señal de esperanza" para la población del país.
Ban consideró que, de respetarse, ese cese de la violencia supondrá un "paso significativo" en la aplicación de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, que fija una hoja de ruta para poner fin a la guerra en el país. "El secretario general insta firmemente a las partes a cumplir con los términos del acuerdo", dijo en una conferencia de prensa su portavoz, Stéphane Dujarric.
Para Ban, dijo el portavoz, el acuerdo demuestra el compromiso de las potencias y los actores regionales de "ejercer influencia en las partes en conflicto para lograr una reducción inmediata de la violencia como primer paso hacia un alto el fuego más duradero".