Estados Unidos comenzó hoy en el norte de Polonia la construcción de la tercera fase del escudo antimisiles de la OTAN, una infraestructura ubicada a apenas 250 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado que Moscú considera un desafío para su seguridad y para la estabilidad regional.
Las instalaciones en la localidad polaca de Redzikowo, que tienen un coste aproximado de 300 millones de dólares financiados por EEUU, deberán estar operativas a partir del año 2018.
Tras la inauguración ayer de las instalaciones del sistema antimisiles aliado en Rumanía, el Gobierno de Varsovia aplaudió hoy la decisión de la OTAN y de Estados Unidos de iniciar la construcción de la
parte polaca del escudo, ocho años después del comienzo de las negociaciones para su despliegue.
En referencia a las protestas y advertencias rusas, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, insistió en que el escudo está dirigido contra amenazas que lleguen desde fuera de Europa y no directamente desde Rusia.
Duda también destacó que la base de Redzikowo "va a ser una infraestructura permanente", y recordó que, aunque Polonia se unió a la OTAN hace años, "ha pasado mucho tiempo" hasta que la Alianza haya decido establecer en su flanco oriental una instalación "fija y estable".
En la misma línea, el secretario adjunto de Defensa de Estados Unidos, Robert Work, reiteró que los escudos antimisiles tanto en Rumanía como en Polonia no constituyen ninguna amenaza para Rusia.
"Mientras algunos países continúen desarrollando misiles balísticos, EEUU trabajará junto con sus aliados para asegurar nuestra defensa", dijo Work.
El sistema de defensa balística de la OTAN ya cuenta con la base de Rumanía inaugurada ayer y dispone además de cuatro destructores estadounidenses dotados con el sistema antimisiles "Aegis" en la base de Rota, en el sur de España.
A las bases y los navíos se suma Turquía, otro país aliado de la OTAN, que alberga una estación de radar de alerta temprana del escudo, cuyo mando está situado en la base aérea de Ramstein, en Alemania.
El antiguo aeródromo militar de Redzikowo acogerá un contingente de 300 efectivos estadounidenses y 250 polacos, lo que el ministro polaco de Exteriores, Witold Waszczykowski, destacó como un "notable" refuerzo de la seguridad de su país.
Redzikowo dispondrá de radar, equipos de comunicaciones y lanzaderas de misiles interceptores tipo SM-3, capaces de responder a las potenciales amenazas de ataques con misiles de corto y medio alcance que provengan desde fuera de la zona euroatlántica.
El ministro polaco de Defensa, Antoni Macierewicz, también insistió en que el sistema "defensivo" antimisiles tiene como objetivo "incrementar la seguridad de Polonia y de sus aliados, no buscar la confrontación".
Como respuesta a este escudo y al fortalecimiento de la OTAN en su flanco oriental, Rusia también está intensificando las defensas en su enclave báltico de Kaliningrado, y para finales de este año planea crear tres nuevas divisiones.
En una reunión sobre el desarrollo de la industria militar en Sochi, a orillas del mar Negro, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó hoy que el país se verá obligado a estudiar cómo neutralizar las amenazas a su seguridad que supone el emplazamiento del escudo antimisiles de Estados Unidos en Europa del Este.
Durante los últimos años, especialmente desde que estalló el conflicto en la vecina Ucrania, Polonia ha pedido más presencia de la OTAN en su territorio ante el temor a lo que considera "expansionismo" ruso.
El próximo mes de julio Varsovia acogerá una cumbre de la OTAN y Polonia aprovechará la cita para reiterar sus demandas de más presencia militar aliada en el flanco este.
La ceremonia de Redzikowo tuvo lugar entre las protestas de residentes locales, quienes temen que la base tenga un impacto negativo en la seguridad y en el turismo de esta comarca cercana al mar Báltico.