Es la película que hace el número 50 en la historia de Disney. Catorce años le ha costado al equipo dirigido por uno de los míticos dibujantes de la factoría, Glen Keane, creador de personajes como "Aladín" o " Pocahontas " hacer " Enredados ": una versión fresca y contemporánea de "Rapunzel ", el clásico cuento de los hermanos Grimm.
Aunque ha sido necesario el último grito en tecnología de animación digital en 3D para crear los 21 metros de rubia melena de Rapunzel, "Enredados" supone la vuelta de Disney al relato de amor clásico y sin ironías "que puede estar en la misma repisa que cualquier clásico de Disney", según sus directores.
Si Hitchcock recomendaba no trabajar ni con animales ni con niños, el único mandamiento para el animador digital es sencillo: nada de pelos. Pero como cualquier prohibición despierta el deseo de trasgredirla, "Enredados" ha adaptado el relato clásico de los hermanos Grimm de la princesa a la que no cortaron la melena en sus dieciocho años de vida.
"Era un gran reto: 100.000 pelos largos rubios interactuando entre sí: Rapunzel los usa como arco, los mete debajo del agua, los usa para atar a Flynn (el protagonista masculino)", explica a Efe Byron Howard, que dirige junto a Nathan Greno esta película que lleva recaudados ya 293 millones de euros en todo el mundo y que se estrena en España el próximo 4 de febrero.
Efectivamente, años de trabajo "encerrados" como la propia Rapunzel no en una torre sino en los estudios de Los Ángeles, han sido necesarios para crear los 2.912 kilómetros de cabello en esta cinta que es una suerte de homenaje a lo que Walt Disney creó con sus propias manos.
"Al fin y al cabo es lo que nos trajo a esta empresa", explica Greno, cuya película favorita es "Dumbo", de 1941. Pero no hay que confundir lo clásico con lo anticuado. "Contemporáneo parece que significa altivo o cínico y no queríamos eso en absoluto. Queríamos hacer una historia sincera, pero que fuera a la vez fresca, para un público actual", asegura.
"Enredados" llega a España con especial cariño, no sólo porque la canción compuesta por Alan Menken (creador de temas como "Bajo el mar" o "Bella y Bestia) será interpretada por Marta Sánchez y David Bustamante, sino porque uno de sus animadores, Jesús Canal, es catalán y lleva quince años trabajando para Disney. "Trabajas desde el principio durante muchos meses o años con estos personajes de forma tan íntima y cercana que al final te encantan. Te pones en su piel. ¿Cómo actuaría Rapunzel en este plano? Es un trabajo y un proceso muy agradable".
Y respecto a la vuelta a lo añejo, asegura: "Hemos intentado utilizar el 'look' clásico de Disney, volver a las raíces, pero explicar la historia de una manera más moderna: un tiempo más rápido, cierto humor más moderno, no tan arcaico".
Tras el aroma "vintage" se esconde, no en vano, uno de los responsables de la espectacular resurrección de la empresa en 1989 gracias al éxito de "La sirenita": Glen Keane.
Rapunzel tiene algo de Ariel. Lucha con testarudez por su libertad, esta vez ayudada por un atípico galán pero mermada por una villana que necesita su milagroso pelo para mantenerse siempre joven y cuya apariencia física recuerda a Cher. "En Hollywood hay una obsesión por mantenerse joven, así que hay una conexión, sí", reconoce Howard, "pero también nos inspiramos en el glamour de las actrices de los años 40 y 50 o incluso en Donna Murphy, quien le pone la voz en a la versión original".
Si la villana es una figura clave en los clásicos de Disney, no lo es menos el amor con mayúsculas, y "Enredados" lo afronta a bocajarro en una escena en la que más de 46.000 farolillos envuelven a los dos protagonistas.
"Es la película número 50 de Disney, lo que significa que hay 49 películas antes... Nuestro equipo, incluido John Lasseter, decidió hacer lo más romántico jamás hecho, algo que dejara con los ojos abiertos como nunca. La gente en seguida se entusiasmó con la idea... pero, claro, había que llevarla a cabo. ¡Y al final lo conseguimos!", concluye Greno.