Una veintena de personas fueron detenidas hoy en el Cementerio General de Santiago de Chile, donde un grupo de encapuchados agredió a periodistas y causó destrozos al término de una marcha conmemorativa de los 37 años del golpe militar de 1973, informaron fuentes policiales.
Los detenidos quedaron a disposición de la Fiscalía Centro Norte, de la capital chilena, dijo a los periodistas el general de Carabineros José Luis Ortega Hernández, quien manifestó que de esas 20 personas, 15 fueron retenidas por desórdenes.
Otras tres personas fueron detenidas antes de iniciarse la marcha, al ser sorprendidas con ocho botellas que contenían productos químicos, ácidos, "para fabricar artefactos incendiarios y bombas de expansión rápida", añadió el oficial.
Mientras que los dos restantes son jóvenes que no portaban documentos de identificación.
Los incidentes ocurrieron al término de la marcha, cuando los organizadores habían invitado a los asistentes a regresar a sus hogares y unos 200 encapuchados arremetieron con piedras y bombas de humo contra vehículos de la prensa, periodistas camarógrafos y fotógrafos que cubrían la manifestación.
Varios de los afectados sufrieron la destrucción de sus equipos antes de que la policía dispersara a los vándalos con chorros de agua y gases.
Hubo también daños en una estación del Metro, señales de tránsito y otros bienes públicos y los encapuchados quemaron además una bandera chilena.
La policía también calculó que la marcha congregó a unas 8.000 mil personas, mientras los organizadores, que incluían agrupaciones de familiares de víctimas, sindicatos y asociaciones de derechos humanos, calcularon los asistentes en 10.000.