Un zulo de ETA con detonadores y una pequeña cantidad de explosivos fue descubierto por casualidad por un paseante equipado con un detector de metales el pasado día 31 en un bosque de las Landas, cerca del País Vasco francés.
Fuentes judiciales confirmaron hoy a Efe este hallazgo, revelado por la emisora "France Bleu Gascogne", en la localidad de Tosse, a una veintena de kilómetros al norte de Bayona.
Las fuentes indicaron que la Fiscalía de París ha abierto una investigación por los cargos de terrorismo, posesión y transporte de armas y de municiones e infracciones a la legislación sobre explosivos.
La Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial (SDAT) se encarga de las pesquisas.
Según la emisora, el zulo lo componían dos cajas de plástico enterradas a varios centímetros de profundidad en las que, además de los detonadores y los explosivos, había mapas de carreteras y topográficos con las insignias de ETA.
Lo descubrió un "buscador de tesoros" que se paseaba por el bosque con su detector de metales que le marcó el lugar del escondite. Al cavar, se encontró con las cajas.
Tras dar la alerta, los gendarmes que acudieron al bosque recurrieron a los artificieros que establecieron un cordón de seguridad. A la vista del contenido, la Fiscalía de Dax, en las Landas, transfirió el caso a la de París, que es la que tiene competencias en materia terrorista en todo el territorio francés.
El material encontrado debe ser objeto de análisis, sobre todo para determinar el tipo de explosivos y evaluar de cuándo datan.
La SDAT había señalado el mes pasado, por boca de uno de sus comandantes que declaró en un juicio de ETA en París, que no ve ninguna señal de que la organización terrorista pueda reanudar la lucha armada, a pesar de que una parte de su arsenal sigue sin requisarse tras la operación de entrega de armas y explosivos del pasado 8 de abril.
La banda dio por consumado su "desarme" después de haber comunicado a las autoridades ese día la localización de ocho depósitos de armas en el departamento de los Pirineos Atlánticos (del que forma parte el País Vasco francés). Allí se encontraron 120 armas de fuego, 3 toneladas de explosivos y varios miles de municiones y detonadores.