Al menos 40 personas han muerto y varias decenas han resultado heridas este jueves en un gran incendio forestal cerca de Haifa, en el norte de Israel, según informa el Magen David Adom, el servicio de emergencias y ambulancias israelí.
Los fallecidos son todos funcionarios de prisiones que viajaban en un autobús que ha ardido. Otros diez han sobrevivido, pero tres de ellos están heridos de gravedad, según ha precisado el Magen David Adom, citado por los medios israelíes. También han resultado heridos varios bomberos y miembros de los equipos de rescate.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha descrito el incendio como "una catástrofe como nunca se había visto" en el país. "Vamos a tener que sacar muchas lecciones para hacer frente a catástrofes como ésta, pero ahora mismo lo que hay que hacer es salvar vidas", ha subrayado.
El fuego, que se ha extendido rápidamente a causa del viento y ya afecta a varias decenas de kilómetros cuadrados de bosque, ha cortado el suministro eléctrico en gran parte de la zona afectada y ha llenado Haifa de humo. A la zona se han trasladado cinco helicópteros militares para evacuar a los vecinos.
Uno de los bomberos ha declarado al diario 'Yedioth Ahronoth': "Vimos cómo se incendiaba el autobús. Decenas de víctimas se han quemado, ha sido horrible. Y todo ha ocurrido porque no se ha controlado el fuego".
Una fuente de la Policía ha señalado que se está intentando determinar si el incendio se originó en un vertedero ilegal. El alcalde de Haifa, Yona Yahav, ha reconocido que las autoridades conocían desde hace tiempo la existencia del vertedero y que "era solo cuestión de tiempo que sucediera una calamidad".