Decenas de personas fueron detenidas este miércoles en las manifestaciones del 1 de mayo en Francia, en particular en París donde una docena de agentes resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados aunque su estado no era grave.
Éste es el resultado de los incidentes que se produjeron durante las manifestaciones en París Lyon o Nantes y en algunas otras ciudades francesas, en las que desfilaron 121.000 personas, según el Ministerio del Interior, y más de 210.000, según la Confederación General del Trabajo (CGT).
Los altercados más graves se produjeron en París, donde la Prefectura de Policía indicó que antes de las 18.00 locales (16.00 GMT) habían sido arrestadas 45 personas.Grupos violentos vandalizaron algunos comercios y al menos un vehículo durante el recorrido, que se desarrolló entre la plaza de la República y la plaza de la Nación. Las fuerzas del orden respondieron con cargas y con el lanzamiento de gases lacrimógenos.
Una docena de policías y gendarmes resultaron heridos, algunos al recibir el impacto de cohetes de artificio lanzados con morteros.
Lyon fue otra de las ciudades en la que actuaron grupos de alborotadores que atacaron establecimientos en el centro, sobre todo sucursales bancarias y deterioraron mobiliario urbano. Las fuerzas del orden arrestaron a 17 personas.
La CGT que era una de las centrales convocantes, estimó que a la marcha de la capital acudieron 50.000 personas, mientras que para la Prefectura de Policía fueron 18.000.
En cualquier caso, esas cifras estuvieron muy por debajo de las que hubo el 1 de mayo de 2023, cuando cerca de 800.000 personas salieron a la calle, según la policía, y 2,3 millones, según la CGT, entonces movilizados por tres meses y medio de protesta contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron.
Este año, las reivindicaciones eran más diversas, en particular reclamaciones salariales y la oposición a la reforma del sistema de indemnización del desempleo llevada a cabo de nuevo por el Ejecutivo de Macron.
En un comunicado, la CGT se refirió también a la "igualdad real entre mujeres y hombres, el desarrollo de los servicios públicos, la reindustrialización, la preservación del medio ambiente", el fin de la "masacre en Gaza y las exacciones diarias contra los palestinos" o "la paz en Ucrania y en todo el mundo".
Su secretaria general, Sophie Binet, se quejó antes del comienzo de la marcha en París de la "penalización" de la actividad sindical, y señaló que hay procedimientos contra "más de 1.000" activistas de su central "por su actividad sindical".