Decenas de personas fueron arrestadas anoche en varias ciudades de Estados Unidos, como Indianápolis (Indiana) y Portland (Oregón), donde las manifestaciones contra el triunfo electoral de Donald Trump acabaron en violencia, cristales rotos y gases lacrimógenos.
El grito de "Not my president" (No mi presidente) retumbó el sábado por cuarto día consecutivo en una treintena de ciudades de EEUU, como Nueva York, Washington y Los Ángeles, donde las manifestaciones discurrieron de manera pacífica entre velas, pancartas y canciones.
Sin embargo, ya en la madrugada del domingo, las protestas se tornaron violentas en Portland, donde los manifestantes volvieron a las calles a pesar de que las autoridades locales les habían pedido que se quedaran en casa debido a los disturbios de la noche anterior, cuando un hombre resultó herido de bala.
Los manifestantes cortaron el tráfico de las calles, lanzaron botellas y rompieron los cristales de algunos comercios, a lo que los uniformados respondieron con gas lacrimógeno, según narró en su cuenta de Twitter la policía de Portland.
En Twitter, la policía local indicó que "docenas" de personas han sido arrestadas y aprovechó para colgar la foto de un hombre detenido, de espaldas, con las manos atadas y que vestía un disfraz de Pikachu, una de las criaturas más famosas de la franquicia Pokémon.
"Uno de los trajes más interesantes vistos en una persona que fue arrestada esta noche", destacó la policía local en su Twitter.
Otro de los "puntos calientes" del mapa de los disturbios fue Indianápolis, donde siete personas fueron detenidas y dos policías resultaron heridos después de que "los manifestantes arrojaran piedras", informó en una rueda de prensa el jefe de la Policía local, Troy Riggs.
Riggs aseguró que algunos de los manifestantes "han llegado de fuera de la ciudad" para instigar a la violencia y que, de hecho, varias personas profirieron amenazas contra los agentes con cánticos como "Matad a la policía".
En el resto del país, las manifestaciones se repitieron de manera pacífica y tuvieron lugar, sobre todo, en bastiones demócratas, donde la candidata presidencial, Hillary Clinton, ganó el pasado martes a Trump con amplios márgenes.
Mientras se repiten las protestas, Trump continúa manteniendo reuniones con estrechos colaboradores en la Trump Tower de Manhattan con vistas a la formación del Gobierno que le acompañará en la Casa Blanca, donde entrará por primera vez como presidente el próximo 20 de enero.
TRANSICION
Como presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump inició estos días sus contactos con colaboradores cercanos a la líder del Frente Nacional (FN) francés, Marine Le Pen, y con el líder del británico UKIP, Nigel Farage, con quien mantuvo una reunión hoy en su torre de Nueva York.
La que fuera jefa de campaña del republicano, Kellyanne Conway, informó de la reunión entre Trump y Farage, político ultraderechista y líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) que hizo una fuerte campaña a favor del "brexit" (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) en el referéndum del pasado 23 de junio.
"(La reunión ha sido) muy productiva. Creo que han podido disfrutar de la compañía del otro y, por supuesto, han tenido la oportunidad de hablar de (los conceptos) de libertad y ganar y lo que eso significa para el resto del mundo", indicó Conway a la prensa en la Trump Tower de Manhattan.
Farage, polémico político eurófobo y contrario a la inmigración, tiene una estrecha relación con Trump e incluso participó en un evento durante la campaña para las elecciones presidenciales.
Según los medios británicos, Trump está a favor de impulsar una relación bilateral con la primera ministra británica, Theresa May, muy parecida a la que disfrutaron el expresidente estadounidense Ronald Reagan (1981-1989) y la antigua primera ministra Margaret Thatcher (1979-1990) en los años ochenta.
En lo que respecta a Francia, el millonario estadounidense parece querer reforzar sus lazos con Marine Le Pen, que esta semana calificó como "victoria de la libertad" los resultados electorales de Estados Unidos.
Su sobrina, Marion Maréchal-Le Pen, anunció hoy en Twitter que el ultraderechista Frente Nacional había aceptado una invitación para "trabajar juntos" del jefe de campaña de Trump, Stephen Bannon.
Bannon es el director del portal de noticias de la derecha alternativa Briebart, es miembro del equipo para la transferencia de poderes entre Trump y el Gobierno del presidente, Barack Obama, y suena como posible jefe de Gabinete de la Casa Blanca, un cargo que equivale al de primer ministro en Europa.
A este puesto también podría optar el presidente del Comité Nacional Republicano, Rience Priebus, el principal aliado del presidente electo durante su accidentada campaña de primarias.