El entierro de Juan Wilfredo Soto García, que murió dos días después de haber sido golpeado por la policía, según la oposición cubana, tuvo lugar hoy con vigilancia policial pero sin incidentes en la ciudad de Santa Clara, según informaron fuentes de la disidencia que acudieron al sepelio.
Hasta el momento, las autoridades cubanas no han ofrecido versión alguna sobre la muerte de Juan Wilfredo Soto. El psicólogo y periodista independiente Guillermo Fariñas, explicó que agentes de la policía política cubana rodearon tanto el velatorio como el entierro de Soto García si bien no se produjeron altercados.
"Ellos (la policía) no se inmutaron porque parece que estaban evitando tomar cualquier acción contra nosotros, a pesar de que gritamos consignas antigubernamentales", relató Fariñas, premio Sájarov 2010 tras la prolongada huelga de hambre que protagonizó al morir el preso político Orlando Zapata.
Varios representantes de la oposición interna cubana denunciaron que el disidente Juan Wilfredo Soto García falleció el sábado en un hospital de Santa Clara a causa de una supuesta paliza por parte de la policía. Fuentes de la disidencia indicaron que la explicación médica que recibieron los familiares es que Soto García falleció por una "pancreatitis".
FUNERAL
Al funeral y al entierro de Soto García asistieron varios miembros de la disidencia cubana como Fariñas y ex-presos del Grupo de los 75, como se conoce a los opositores que fueron condenados en una ola represiva en 2003 y la mayor parte de los cuales fueron excarcelados en los últimos meses.
Durante el funeral de Soto García, este grupo de opositores suscribió un comunicado para denunciar el "asesinato" del disidente y exigir a las autoridades cubanas que los autores directos de esa muerte sean "encausados penalmente", según explicó Fariñas a Efe en conversación telefónica desde Santa Clara.
HUELGA DE HAMBRE
En esa declaración, los disidentes advierten que harán una huelga de hambre si el régimen cubano no se compromete a "dejar de golpear a los opositores", para lo que dan un plazo hasta el 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, una de las principales efemérides de la revolución.
Algunos blogueros oficialistas hicieron referencia al asunto en sus páginas de internet para señalar que Soto García murió como consecuencia de una "pancreatitis aguda e insuficiencia renal" y que estaba además aquejado de "diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada".
Así lo señala Yohandry Fontana, un bloguer pro-gubernamental, que cita a un responsable médico del Hospital Arnaldo Millán de Santa Clara, donde murió Soto García. También cita fuentes de la policía cubana para negar que el disidente fuera golpeado.