Fuerzas militares israelíes continúan, por segundo día consecutivo, la redada para localizar a los palestinos que ayer mataron a un israelí en una carretera de Cisjordania, mientras todo el distrito ha quedado bajo bloqueo por el cierre de carreteras.
"Hemos cercado toda la ciudad de Hebrón y los entornos rurales para interrumpir la cadena de atentados. No sabemos a dónde han escapado los atacantes y estamos actuando para dar con ellos", dijo una alta fuente de seguridad citada hoy por el servicio de noticias Ynet.
El cierre de carreteras y el bloqueo de facto en toda la zona afecta a unos 700.000 palestinos y es similar al que hace dos años impuso Israel mientras buscaba a tres adolescentes secuestrados, suceso que dio lugar después a la Guerra de Gaza.
La fuente explicó que el cierre es hermético en numerosas de las salidas de Hebrón, donde residen más de 180.000 palestinos, pero que en otras "respira", es decir, se permite parcialmente el paso de personas.
Israel impuso el bloqueo en la zona tras la muerte ayer de un padre de 10 hijos en un tiroteo en la carretera 60, que cruza el territorio ocupado de Cisjordania de norte a sur, un ataque en el que resultó herida la mujer de la víctima y dos de sus hijos, ambos adolescentes. Se trataba del cuarto ataque en menos de 48 horas, lo que llevó al Gobierno israelí y al Ejército a tomar medidas para tratar de frenar la escalada.
Según el medio, se han cerrado con bloques de hormigón las entradas a las localidades de Jaljul, Bet Umar y el campo de refugiados de El Arub. El bloqueo hermético se aplica en la localidad de Bani Naim, de donde salieron dos de los atacantes. También están cerradas la entrada sur de Hebrón y de la ciudad de Yata, la entrada oriental de Dura, y las de pequeñas aldeas a su alrededor.
Se trata del bloqueo más duro impuesto por Israel en Hebrón desde que comenzó la ola de violencia en octubre de 2015.
