El Gobierno francés rectificará la ley que prevé gravar al 75 % a quienes ganen más de un millón de euros al año después de que el Consejo Constitucional se haya pronunciado contra esa medida del presidente de Francia, el socialista François Hollande.
El jefe del Ejecutivo, Jean-Marc Ayrault, indicó que preparará un "nuevo dispositivo conforme a los principios" propuestos por la decisión del Consejo Constitucional, que entiende que la actual ley de finanzas, que debía entrar en vigor en 2013, no respeta la igualdad de todos los ciudadanos ante las cargas públicas.
Esa institución señaló hoy que el impuesto del 75 % hace que, a efectos fiscales, dos unidades familiares puedan tener el mismo nivel de ingresos por actividad profesional y quedar una de ellas sujeta a la tasa y la otra exonerada, en función de la repartición de los ingresos entre los contribuyentes que la componen.
Con su decisión, el Constitucional reprueba que el impuesto, uno de los estandartes de la campaña electoral de Hollande, se aplique al individuo y no al hogar, pues podría generar una incoherencia fiscal.
Se trata de uno de los argumentos del partido conservador de oposición Unión por un Movimiento Popular (UMP), que había recurrido la medida fiscal ante el Consejo Constitucional el pasado 20 de diciembre.
El representante de esa formación y presidente de la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Gilles Carrez, había advertido sobre la manera en la que la norma podía discriminar a los contribuyentes.
"Tomen el ejemplo de dos hogares con dos hijos. En el primer caso, solo trabaja el marido. Si gana 1,2 millones de euros al año, tendrá que pagar el 75 % sobre (los últimos) 200.000 euros. En el segundo caso, si el marido y la esposa ganan cada uno 800.000 euros, no lo pagarán, aunque los ingresos de la pareja alcancen los 1,6 millones de euros. Incoherente", señaló.
Tras la decisión de los llamados "sabios" del Consejo Constitucional, el primer ministro subrayó que "las disposiciones censuradas no cuestionan las grandes líneas del equilibrio presupuestario y la trayectoria de enderezamiento de las cuentas públicas".
Destacó además que el Constitucional validó en su decisión el aumento del tramo superior de impuestos sobre la renta del 41 % al 45 %, el alineamiento de las rentas del capital a las del trabajo o la restitución de un impuesto sobre la fortuna que había sido rebajado bajo la anterior presidencia de Nicolas Sarkozy.
No obstante, la decisión suprime también la forma de cálculo del techo del impuesto sobre la fortuna, así como un incentivo fiscal para las inversiones en los departamentos y regiones ultraperiféricos.
Los retoques que el Constitucional impone al Ejecutivo tendrán un impacto de menos de 500 millones de euros, según fuentes gubernamentales citadas por la emisora "France Info".
Desde las filas conservadoras, el último primer ministro, François Fillon, celebró a través de un comunicado la decisión de ese órgano, pues entiende que "sanciona la política de bombardeo fiscal que lleva a cabo François Hollande desde hace siete meses".
Ese nuevo y debatido impuesto destinado a los muy ricos cuenta con el apoyo del 60 % de los ciudadanos, según un sondeo del instituto Ifop publicado hoy por el diario "Ouest-France", frente al 40 % que lo rechaza.
Entre estos últimos se cuenta el célebre actor francés Gérard Depardieu, quien para ahorrar impuestos ha decidido trasladar su residencia fiscal a Néchin, un pueblo belga a un kilómetro de la frontera francesa.
El artista, cuya película "L'Homme qui rit" se estrenó en Francia el pasado 26 de diciembre, llegó a declarar que renunciaba a su pasaporte francés después de que el primer ministro hubiera calificado su actitud de "lamentable".