La Conferencia de Madrid se vuelca con Libia pero descarta una intervención militar

  • Rajoy: nadie puede actuar "unilateralmente" ni imponer su visión "al margen de la ley"
  • Bernardino León avisa de consecuencias de no apoyar la estabilidad en Libia

La Conferencia sobre Libia celebrada hoy en Madrid ha lanzado un mensaje de respaldo inequívoco al Gobierno legítimo de este país para lograr la estabilidad y luchar contra el terrorismo yihadista, aunque ha descartado que entre las medidas de apoyo pueda estar una intervención militar.

Representantes de veintiún países e instituciones han debatido a iniciativa del Ejecutivo español sobre la forma en que la comunidad internacional puede colaborar para lograr la paz en Libia.

En la rueda de prensa con la que ha terminado esta conferencia, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y su homólogo libio, Mohamed Abdelaziz, han considerado que esta cita ha servido para dar un salto de calidad en lo que la comunidad internacional puede ofrecer a Libia.

"Todos nos hemos juramentado a ayudar al pueblo libio para su futuro más próximo", ha subrayado Margallo, quien ha enumerado las conclusiones de la conferencia y ha recalcado que, con independencia de toda la ayuda que necesita Libia, la solución tiene que venir de la mano de los propios ciudadanos y autoridades de ese país.

El ministro de Exteriores de Libia, Mohamed Abdelaziz, ha apelado hoy a la responsabilidad internacional para colaborar de forma decidida en la lucha contra el terrorismo en este país, una lacra que ha advertido de que puede tener "funestas" consecuencias para todo el mundo.

El representante especial de la ONU para Libia, el español Bernardino León, ha advertido a la comunidad internacional de que si no reconoce que la estabilización de este país no es sólo una cuestión interna, habrá consecuencias muy graves para la paz y la seguridad mundiales. a su juicio, "la solución para Libia tiene que ser Libia", negociando en el marco de la actualidad legitimidad política emanada de las elecciones. "Los dirigentes libios tendrán que actuar rápidamente y buscar una solución política a través de un diálogo de fondo e incluyente", ha señalado León, quien ha garantizado que la ONU hará todo lo que esté en sus manos para ayudar a los libios a ir reduciendo sus divisiones.

Pero ha instado a la comunidad internacional a apoyar a las Naciones Unidas en ese objetivo. "Tenemos que trabajar todos para crear un clima que permita que este proceso político sea un éxito", ha señalado Bernardino León, quien ha considerado que la comunidad internacional tiene que lanzar un claro mensaje a favor del alto el fuego en Libia porque considera que está en juego su credibilidad.

NINGUN ACTOR PUEDE IMONER UNILATERALMENTE SU VOLUNTAD

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado este miércoles la Conferencia ministerial sobre la Estabilidad y el Desarrollo en Libia para asegurar que la Constitución es el "marco de convivencia estable" al que se deben todos los ciudadanos y ha subrayado que ningún actor puede actuar "unilateralmente" y "al margen de la ley". "Las transiciones, y en España lo sabemos, se construyen sobre el diálogo y el consenso", ha dicho Rajoy en el arranque de la conferencia. El presidente ha asegurado que la "única garantía de éxito" para un país reside en que actores políticos y sociedad civil tengan "un objetivo común", lo que en su opinión "pasa por ahondar en los factores de unidad y no en los de división".

Rajoy, que ha apelado al "espíritu" de la Transición, ha recordado que "en los albores" del cambio "ningún actor puede imponer su visión sobre los demás ni actuar unilateralmente, al margen de la ley". "Hay que ser responsable y valiente, firme y prudente, cediendo cuando es necesario para alcanzar un bien superior: la libertad, la unidad y la prosperidad de los ciudadanos", ha añadido.

"La Constitución debe reflejar ese acuerdo como marco de convivencia estable al que nos debemos y tenemos la obligación de respetar", ha apostillado Rajoy, en el marco de una "reflexión" compartida con motivo de la reunión de una veintena de países para tratar la crisis política libia.

España ha reunido a una veintena de países en la Conferencia ministerial sobre la Estabilidad y el Desarrollo en Libia, a la que por parte libia acude el ministro de Exteriores Mohamed Abdelaziz como representante del Gobierno reconocido por la ONU. También se han sumado Argelia, Chad, Egipto, Túnez, Marruecos, Mauritania, Níger, Sudán, Francia, Portugal, Grecia, Italia, Malta y Chipre.

En la cita participan, además, responsables de la Liga Arabe, la Unión Europea, la Unión Africana, y la Unión por el Mediterráneo, así como el representante del secretario general de la ONU para Libia, Bernardino León.

El presidente del Gobierno ha encabezado la recepción a los asistentes en el Palacio de Viana, tras la que Rajoy ha recordado la historia y objetivos compartidos entre España y Libia. "La seguridad de Libia es nuestra seguridad, la estabilidad de Libia es nuestra estabilidad", ha añadido.

En 2011, los libios "alzaron su voz y derribaron barreras", pero Libia se ve ahora de nuevo "sumida a la violencia", según Rajoy, que ha alertado del "peligro" que representa esta situación porque "supera los límites geográficos". España, que ve en Libia una "prioridad", mantiene una "firme voluntad" de construir un Estado "con instituciones sólidas y cuya integridad territorial resulte preservada", si bien ha apuntado que son las autoridades locales las que tienen que "guiar" el proceso.

"Para escribir una nueva página en la historia de Libia, es condición indispensable que las armas cedan el paso a la Policía", ha añadido Rajoy, que ha condenado la violencia "indiscriminada" y los "execrables" ataques terroristas. En este sentido, ha avisado de que los esfuerzos de estabilización "serán inútiles" sin seguridad.

CRISIS POLITICA

Exteriores decidió convocar este encuentro para complementar otras iniciativas internacionales ya puestas en marcha y tras constatar el grave deterioro de la situación en Libia desde el pasado 14 de julio, cuando los enfrentamientos entre distintas milicias en Trípoli motivaron el cierre del aeropuerto internacional y la evacuación progresiva de numerosos extranjeros y misiones diplomáticas.

La actual crisis política en Libia --donde las milicias islamistas y sus aliados controlan Trípoli y combaten por Benghazi-- tiene su origen en que el anterior Parlamento, dominado por los islamistas, no reconoce a la nueva Cámara elegida en las urnas el 25 de junio e incluso ha nombrado a su propio primer ministro.

Rajoy ha subrayado que este Parlamento, instalado en la ciudad de Tobruk, tiene "clara legitimidad política", y España ve en estas nuevas autoridades a las responsables de liderar el proceso de reconciliación nacional.

En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha llamado a resolver la "situación de emergencia" que está atravesando Libia. El jefe de la diplomacia española ha alertado de que el país norteafricano tiene que hacer frente, por una parte, a los simpatizantes del antiguo régimen y, por otra, a los que "pretenden imponer el caos para beneficiarse de la confusión".

YIHADISMO

Para Margallo, el "caos" supondría la llegada del yihadismo. "Libia es una piedra preciosa en su sueño por crear un califato unificado", especialmente por su posición geográfica. En este sentido, el ministro ha recordado la "cercanía a Europa" de Libia y ha subrayado la necesidad de trabajar para que no se repitan "persecuciones y ejecuciones" como las de Estado Islámico en Siria o Irak.

Margallo ha prometido que los "amigos" no dejarán sola a Libia en sus esfuerzos por ser "unida y próspera. "Estamos aquí para ayudarles a cumplir esa promesa", ha dicho el ministro, quien ha apuntado que los representantes institucionales del pueblo libio "se deben a los que les han elegido".