Las autoridades chinas agradecieron "los esfuerzos" del Gobierno español en la mejora de las relaciones entre ambos países, un día después de que la Audiencia Nacional española archivara la causa contra varios exlíderes chinos por el presunto genocidio en el Tíbet.
"Acogemos con agrado los esfuerzos del Gobierno y sus departamentos competentes. China y España tienen una tradición de amistad y apoyan las preocupaciones del otro", según dijo hoy la portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores Hua Chunying.
Los magistrados españoles decidieron ayer archivar la causa del Tíbet, así como el proceso relacionado con la persecución a los seguidores del grupo religioso Falun Gong por considerar que no se ajustan a la reforma de la justicia universal aprobada en España en marzo.
"Estamos dispuestos a trabajar con España para avanzar hacia una asociación estratégica y completa", agregó la portavoz, quien en febrero calificó de "decisión errónea" la orden internacional de busca y captura que emitió el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno contra cinco exlíderes chinos, entre ellos el expresidente Jiang Zemin.
La portavoz aseguró entonces que "confiaba en la sabiduría y la habilidad" del gobierno español para tratar asuntos como éste y afirmó que Pekín y Madrid mantenían "un estrecho contacto". De hecho, los críticos con la reforma de la justicia universal defienden que el detonante del cambio en la normativa fue precisamente este caso y el de la muerte entre 1999 y 2002 de seguidores de Falun Gong, práctica espiritual prohibida por China.
La orden de detención contra los cinco exlíderes chinos y las causas abiertas han frenado la agenda política de España en China y viceversa, según aseguró recientemente el embajador español en Pekín, Manuel Valencia. "Lógicamente, (el caso) ha producido una dosis de incomodidad y frena contactos a nivel político", aseguró Valencia al respecto.
Sin embargo, ambos países han defendido que las relaciones bilaterales "siguen siendo buenas".
En 2014, tanto el presidente Xi Jinping como el primer ministro Li Keqiang han efectuado viajes oficiales a Europa, donde han visitado países como Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Reino Unido o Grecia, pero no han pasado por España. Estos viajes, junto a las visitas que varios líderes europeos han realizado este año a China, han impulsado la firma de acuerdos e inversiones multimillonarias por parte del gigante asiático hacia estos países.