Los líderes de China y Corea del Sur mostraron hoy su apoyo a Japón en Fukushima, ciudad que visitaron junto a otras zonas afectadas por el tsunami del 11 de marzo, antes del inicio de la cumbre trilateral que arrancó este sábado en Tokio.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, y el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, estuvieron en la provincia de Miyagi, la más afectada por la catástrofe, y se unieron luego al jefe de Gobierno nipón, Naoto Kan, en la ciudad de Fukushima, a 62 kilómetros de la central nuclear, para animar a los refugiados en un centro de evacuación.
En la que fue la primera visita de mandatarios extranjeros a Fukushima tras el desastre, Wen anunció que China está dispuesta a relajar el bloqueo aduanero sobre alimentos nipones si el Gobierno puede certificar que éstos no contienen radiación, informó la agencia nipona Kyodo.
Wen también indicó que las verduras de Fukushima que comió hoy "estaban deliciosas", mientras que en la cena que inauguró la cumbre estaba previsto que se sirvieran productos procedentes de la región nordeste de Japón, donde se encuentra la central.
Destacar lo importante que es para la recuperación de Japón acabar con las trabas a sus alimentos, que Corea del Sur también viene practicando, es uno de los asuntos que Naoto Kan planea destacar en la reunión, que concluye mañana.
El fin del bloqueo es fundamental sobre todo para la provincia de Fukushima, donde han resultado afectados por la contaminación procedente de la planta agricultores, ganaderos y pescadores.
De hecho, la operadora de la central de Fukushima Daiichi, Tokyo Electric Power (TEPCO), informó hoy de que la última fuga, detectada a principios de mayo, supuso 250 toneladas de agua vertida al mar que contenían unos 20 terabecquerels de sustancias radiactivas, unas 100 veces el límite permitido.
La cumbre, que reúne a los dirigentes y a líderes empresariales de los tres vecinos del Este de Asia, también se centrará en la cooperación en materia de seguridad nuclear.
En este terreno, Kan tiene planeado exponer el compromiso de su Gobierno a la hora de divulgar información a sus vecinos y a otros países con respecto a la situación en la planta atómica,
Esto responde al enfado de China y Corea del Sur cuando el Gobierno nipón no les notificó de antemano en abril la decisión de TEPCO de arrojar miles de toneladas de agua radiactiva al Océano Pacífico.
Sin embargo, esta pasada semana el primer ministro dijo que los lazos de Tokio con Seúl y Pekín, que fueron de los primeros en enviar equipos de rescate y ayuda a las zonas afectadas, se han estrechado tras la catástrofe.
La disputa territorial de Japón con China por las islas Senkaku, reclamadas por Pekín, había tensado desde mediados del año pasado las relaciones diplomáticas entre la segunda y la tercera economía del mundo.
Durante la cumbre, Japón, China y Corea del Sur esperan fortalecer la cooperación en prevención de desastres y en operaciones de socorro, por ejemplo, mediante simulacros de rescate conjuntos o la creación de un sistema de intercambio de información para situaciones de emergencia.
En lo económico, los líderes de los tres países, que en la actualidad representan casi el 20 % del Producto Interior Bruto (PIB) global, intentarán acercar posiciones sobre el tratado de libre comercio que podrían negociar en el futuro.
También se prevé que el programa nuclear norcoreano acabe saliendo a relucir en las reuniones después de que la agencia surcoreana Yonhap confirmara que Kim Jong-il se encuentra visitando China desde ayer.
La de hoy es la cuarta reunión de este tipo entre los líderes de los tres países asiáticos, después de que la primera se celebrará en Fukuoka (sur de Japón) en 2008 y la última en la isla surcoreana de Jeju en 2010