Chile se vio sacudido por el peor atentado de las últimas tres décadas, con la explosión de un artefacto en una galería comercial ubicada en la estación Escuela Militar del metro de Santiago que dejó catorce heridos, dos de ellos de gravedad.
Pocos minutos después de la explosión, que se produjo a la hora del almuerzo y en un lugar por el que diariamente transitan unas 150.000 personas, el Gobierno calificó el hecho como un atentado terrorista y anunció que aplicaría con todo severidad la ley especial para estos casos.
"Es un acto terrorista, sin duda, que merece toda nuestra condena. El Gobierno invocará la ley antiterrorista para sancionar a los culpables y que reciban el máximo rigor de la ley", declaró el ministro portavoz, Alvaro Elizalde. Los heridos fueron traslados inmediatamente a diversos hospitales de la capital chilena donde recibieron atención médica de urgencia y algunos de ellos fueron intervenidos quirúrgicamente.
La presidenta Michelle Bachelet, que suspendió todas las actividades programadas y celebró un comité extraordinario en La Moneda, acudió a media tarde a la clínica Las Condes para visitar a tres de los heridos. "Este es uno de los actos más cobardes que hemos visto, porque tenía como objetivo dañar a las personas, generar temor, incluso la muerte de inocentes", declaró a la salida del hospital.
"Lo que ha sucedido es horrible, un acto abominable, pero Chile es y seguirá siendo un país seguro", enfatizó la mandataria, quien ha convocado para primera hora de este martes un comité operativo de seguridad en el palacio de La Moneda.
A la reunión han sido llamados los mandos de Carabineros y de la Policía de Investigaciones; el fiscal nacional, Sabas Chauán, y los ministros de Justicia, José Antonio Gómez, e Interior, Rodrigo Peñailillo.
MEDIDAS
Este último aseguró que el Gobierno ha adoptado las medidas necesarias para identificar y detener a los responsables del bombazo y empleando un tono firme exigió resultados "lo antes posible" a los responsables policiales y de la fiscalía.
El general director de Carabineros, el director de la Policía de Investigaciones y el director de la Agencia Nacional de Inteligencia recibieron la orden de llevar a cabo las investigaciones con celeridad y diligencia. "Ésa es una instrucción clara y precisa del Gobierno", enfatizó Peñailillo.
En lo que va de año, Santiago ha sido escenario de la explosión de una treintena de artefactos que han estallado en las proximidades de comisarías, edificios públicos y sucursales bancarias. Aunque en algunos casos los autores eran delincuentes que pretendían robar los cajeros automáticos, en otros, los bombazos fueron reivindicados por grupúsculos antisistema.
Sin embargo, las autoridades no han logrado detener a un solo sospechoso de estos ataques explosivos, perpetrados con bombas de fabricación casera. La presidenta Bachelet dijo que a pesar del atentado de hoy y de otras dos explosiones recientes que no causaron víctimas -una en la estación del metro Los Domínicos y la otra cerca de una comisaría policial-, "no corresponde decir que el terrorismo se ha instalado en Chile".
La mandataria aseguró que el Gobierno aplicará la ley antiterrorista con todo el rigor y anunció que a finales de este mes enviará al Parlamento un proyecto legislativo que busca garantizar la efectividad de este norma. Tras conocerse la noticia, varios portavoces de la oposición derechista acusaron al Gobierno de tibieza para enfrentar la violencia.
"¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para tener un país tranquilo?", se preguntó el presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, para quien el atentado de hoy "se podría haber evitado".
Por su parte, Andrés Chadwick, quien fue ministro del Interior en el último periodo del gobierno de Sebastián Piñera, manifestó que "es el momento de la unidad contra el terrorismo", al tiempo que pidió dejar de lado "la ambigüedad de la Concertación" y la debilidad de la que a su juicio ha hecho gala el actual gobierno.
En tanto el presidente de la Unión Demócrata Independiente, Ernesto Silva, emplazó al Ejecutivo a hacerse responsable de la situación. Las palabras de la oposición provocaron una dura reacción del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien les acusó de buscar rédito de la desgracia.
"El que haya personas que minutos después de un atentado como éste saquen provecho político es algo inaceptable que tiene que ser rechazado por todo el país", enfatizó. El peor atentado de la historia en el metro de Santiago tuvo lugar en las postrimerías del régimen militar, cuando en junio de 1986 una bomba hizo explosión en la estación Tobalaba y mató a una persona e hirió a otras siete.
El atentado ocurrido este lunes, en víspera de un nuevo aniversario del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, generó reacciones de solidaridad a nivel internacional. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica manifestó "su más sentida condolencia" con el pueblo de Chile, mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México expresó su repudio por el acto terrorista.
Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, condenó el atentado y valoró el hecho de que las autoridades chilenas hayan decidido aplicar la legislación antiterrorista.