El Gobierno de Chile mantuvo el estado de excepción y de catástrofe en las comunas aledañas al volcán Calbuco, en el sur del país, tras las dos erupciones registradas las últimas horas que obligaron a evacuar a 4.433 personas. El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, precisó que se mantiene la zona de exclusión de 20 kilómetros en torno al macizo con el fin de proteger a la población.
En una rueda de prensa ofrecida en las dependencias centrales de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Peñailillo detalló que son siete los albergues dispuestos por la autoridad en los que se encuentran 237 damnificados.
El jefe de gabinete de la presidenta Michelle Bachelet dijo que en la región de Los Lagos se han entregado colchones, mantas y alimentos, mientras que en la región de la Araucanía se repartieron principalmente mascarillas por la ceniza que está cayendo.
Añadió que las autoridades decretaron alerta sanitaria en la provincia de Llanquihue y Puerto Octay. La subsecretaría del Interior anunció que continúa esta noche el toque de queda para las comunas de Puerto Montt, Puerto Varas y Puerto Octay. La medida se extiende entre las 23.45 hora local (02.45 GMT del viernes) hasta las 05.00 del viernes (08.00 GMT).
El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) informó hoy de que los últimos análisis han determinado la existencia de seis cráteres, cuatro de ellos menores en el macizo que alberga al volcán.
Según los informes del Observatorio Vulcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS), basados en el análisis de la información obtenida a través de las estaciones de monitoreo instaladas en las inmediaciones del Calbuco, el volcán aún se mantiene inestable y podrían registrarse nuevas erupciones.
Por su parte, el Servicio de Meteorología señaló en su último informe que las cenizas ya llegaron hasta Curicó, ciudad situada a 839 kilómetros del volcán y a 207 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
El Calbuco, que se encuentra a 1.000 kilómetros al sur de Santiago y tiene 2.015 metros de altura, sorprendió con una violenta erupción este miércoles que provocó una enorme columna de humo, ceniza y rocas de más de 15 kilómetros de altura.
Una segunda erupción se registró la madrugada del jueves, aunque durante las últimas el volcán ha perdido energía paulatinamente, señaló Sernageomin, aunque advirtió de que los niveles de peligrosidad se mantienen.
Los vuelos desde y hacia la ciudad de Puerto Montt se han reanudado, aunque las aerolíneas se mantienen en alerta frente al rápido desplazamiento de la nube de cenizas.
Aunque en un principio no se informó de grandes daños, la televisión local ha mostrado como las toneladas de material piroclástico arrojadas por el macizo destruyó varias viviendas y locales comerciales, principalmente en la localidad de Ensenada.