El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, regresó hoy a Caracas, después de tres semanas de ausencia, asegurando que se siente "bastante recuperado" de la operación en la que le extrajeron un tumor canceroso, diciendo que debe ser "disciplinado" con su recuperación y cargando contra la oposición.
Chávez afirmó a su llegada que volvía cargado de "amor" y de "reconocimiento" a los venezolanos y haciendo continuas alusiones religiosas, pero sin dejar de aprovechar la oportunidad para acusar a la oposición de recrudecer, dijo, la "agenda del miedo" e, incluso acusándola, de "irresponsabilidad que raya en lo criminal".
El presidente viajó a Cuba el pasado 24 de febrero para ser operado dos días después de un tumor canceroso, recurrencia del cáncer del que fue intervenido hace casi nueve meses en La Habana y del que sólo se sabe que estaba en la zona pélvica.
Tras la operación aseguró que no tiene metástasis pero anunció que debe someterse a radioterapia.
Hoy señaló que ha recuperado el peso y la normalidad en sus funciones biológicas y la alimentación y que va tomando de nuevo "el ritmo poco a poco", aunque señaló que el líder cubano, Fidel Castro, le pidió que le dijera a los venezolanos que tiene que ser disciplinado.
En sus primeras palabras Chávez hizo repetidas alusiones religiosas afirmando que traía una "oración" de agradecimiento a Cristo y dando las gracias explícitamente al arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y al nuncio en Cuba, Bruno Musaro, por una misa que oficiaron en La Habana para pedir por su salud el pasado día 4.
"Con Cristo, con él y en él, viviremos y venceremos", señaló.
Aseguró que "esta nueva etapa contra la adversidad" que atraviesa ha sido "como un gran dinamo generador de cada día más sentimientos de amor", dijo que no había dejado estado "estar atento ni un solo día, ni aún los más duros" a lo que acontecía en su país, y a continuación acusó a sus adversarios.
"También he estado muy pendiente de la agenda apátrida, de la agenda opositora, de la agenda de la derecha", afirmó, subrayando que la oposición "ha venido recrudeciendo esa agenda del miedo".
Acusó al gobernador del estado central de Carabobo, Henrique Salas, de "alto acto de irresponsabilidad que raya en lo criminal", después de que ese funcionario denunciara supuestas fallas en el tratamiento del agua potable en esa demarcación geográfica que afectaban incluso al Distrito Capital.
"Ese gobernador tendrá que asumir la responsabilidad porque está usando la mentira para tratar de generar miedo", dijo, atribuyendo también a los "medios de comunicación de la derecha" el jugar a la "incertidumbre, al terror".
"Creo que están cayendo en un peligroso desespero, por eso llamo al país a mantener la calma (...) a los cuerpos de inteligencia a estar muy atentos a los movimientos de algunos de estos grupos de la derecha más extremadamente radical e irracional", añadió.
Después insistió, una vez más, en su victoria en las elecciones presidenciales de octubre en las que aspira a su tercera reelección frente al candidato de unidad de la oposición, Henrique Capriles.
"Lo que se respira en la calle es la victoria bolivariana del 7 de octubre, eso lo dicen hasta las piedras", dijo.
El presidente venezolano llegó a Caracas acompañado por su madre, Elena, y sus hijas, así como el canciller, Nicolás Maduro, y su hermano, Adán Chávez, gobernador del estado occidental de Barinas, tras anunciar su despegue de La Habana por su cuenta en la red social Twitter.
En Maiquetía fue recibido por su Gabinete de ministros, encabezados por el vicepresidente ejecutivo, Elías Jaua, a los que saludó uno por uno, antes de recibir honores militares.